El juicio en el Tribunal Superior de Londres por una demanda de CRF I, que reclama el pago de 72 millones de euros en deuda soberana cubana originada en los años 80, entró este miércoles en los alegatos finales, con la exposición de los acusados, el Banco Nacional de Cuba (BNC) y la República de Cuba, y del fondo inversor británico.
La abogada de los demandados, Alison Macdonald, reiteró que "fue defectuosa" la cesión al fondo de los derechos contractuales sobre esa deuda que hasta entonces gestionaba el banco ICBC Standard Bank, reportó la agencia de noticias EFE.
Macdonald pidió a la jueza Sara Cockerill, de la división comercial del Tribunal Superior londinense, que "rechace" el alegato de CRF de que fue "una farsa" la condena a 13 años del exfuncionario del Banco Nacional de Cuba Raúl Olivera Lozano por la aceptación de sobornos presuntamente ofrecidos por Jeetkumar Gordhandas, consultor del grupo inversor británico.
Lee también Cubanos en Harvard piden anulación de certificado otorgado a Lourdes DávalosEl monto del soborno fue de 25.000 libras esterlinas que, además, el CRF, nunca le pagó, según declaró el inculpado ante el Tribunal inglés. "Me encontré con que había sido utilizado por este señor", señaló durante el juicio.
"No hay pruebas, y mucho menos pruebas admisibles en este juicio, que sustenten la alegación de que la sentencia cubana y los procesos de investigación y el juicio que condujeron a ella procedieron sobre la base de evidencias falsas o inventadas", afirmó, por su parte, Macdonald.
Añadió que "tampoco existen pruebas" para "impugnar la honestidad" de las autoridades cubanas que, tras recibir otra petición de CRF en noviembre de 2020, le denegaron expresamente la reasignación de la deuda, al considerar que se trataba de un "fondo buitre".
Por su parte, el equipo legal del fondo de inversión, registrado en las Islas Caimán, reiteró que es el acreedor legítimo del Banco Nacional de Cuba (BNC) y el Estado cubano, y acusó a este último de manipular el caso para eludir sus obligaciones.
Según EFE, el abogado de CRF, Jawdat Khurshid, acusó este miércoles Olivera Lozano de "falso testimonio" por haber declarado en un juicio en Londres que incumplió las normas cuando el 25 de noviembre de 2019 autorizó la cesión de 72 millones de euros en deuda.
Khurshid sostuvo que el exfuncionario cubano actuó conforme a las reglas cuando reasignó a CRF los derechos contractuales sobre esos títulos, y añadió que Olivera Lozano mintió cuando, por videoconferencia desde La Habana, aseguró que él mismo había aplicado ilegalmente el membrete del BNC en el certificado de asignación, en lugar de llevarlo al equipo legal de la institución.
Ante la acusación de la parte cubana de que el exfuncionario aprobó incorrectamente el documento con su sola firma (en lugar de dos supuestamente necesarias, Khurshid apuntó que hay al menos otro ejemplo de asignación de deuda en el que solo aparece una rúbrica (la de Olivera), por lo que
alega que no era una práctica inusual.
Finalmente, el abogado de CRF pidió a la jueza que reconozca al fondo como el acreedor legítimo de Cuba para el cobro de la deuda y sostuvo que el régimen cubano ha manipulado el caso para eludir sus obligaciones, incluso con las condenas en mayo de 2021 de Olivera Lozano y otros funcionarios implicados en la cesión.
Un mal precedente
El juicio en Londres contra el régimen cubano por impago de deuda es considerado “un caso de prueba”, señaló el lunes la cadena televisiva CNBC.
La demanda interpuesta por CRF 1 reclama el pago de una mínima parte de los más de 7.000 millones de dólares adeudados por Cuba bajo el poder de Fidel Castro, a principios de la década del 80, y que fuera dejada de pagar en 1986.
La deuda, que fuera contraída por el régimen en marcos alemanes, antes de que entrara en circulación el Euro en 2002, podría multiplicar el monto y, si Cuba no logra convencer con sus argumentos a la jueza Cockerill, terminaría pagando mucho más de lo que se le exige en estos momentos, advierte la cadena estadounidense.
Mientras, en Estados Unidos, los representantes legales de las más de 6.000 demandas interpuestas contra el gobierno de Cuba por “apropiaciones indebidas”, cuando al triunfo del castrismo se incautaron todas las empresas de capital privado en la isla, están observando expectantes el resultado del actual litigio.
Al respecto, el director del Consejo Económico y Comercial de Estados Unidos-Cuba , John Kavulich, quien se mantiene al tanto del proceso londinense en aras de los intereses de las empresas norteamericanas que presentan similares problemas con la isla, dijo a CNBC que el juicio “no ha sido un espectáculo elegante”.
“Las empresas y las instituciones financieras están observando y, hasta ahora el mensaje que han recibido de la demanda y el juicio es que eviten Cuba”, añadió Kavulich.
Este tipo de litigios tiene como antecedente los “más de 300.000 tenedores de bonos rusos de la era zarista”, que en 1917, al triunfo de la Revolución de Octubre encabezada por Lenin, los bolcheviques no quisieron pagar, y que fueron pagados en el año 2000, recuerda el reporte de CNBC.
Oscar Silvera Martínez, ministro de Justicia cubano, arribó a Londres el martes, 31 de enero, con la intención de participar en esta última etapa del juicio oral, según dio a conocer su cuenta de Twitter. Las audencias deben concluir este jueves, cuando la magistrada indicará cuándo podría pronunciar su fallo, que podrá ser apelado por las partes.