El director de cine y guionista cubano Juan Carlos Cremata Malberti estrenó el lunes en Miami su nuevo filme Contigo pan y cebolla, un filme basado en la obra teatral homónima del dramaturgo Héctor Quintero.
Luego de El Premio Flaco y Chamaco había decidido dejar las adaptaciones teatrales y estaba escribiendo una obra original, Fe de ratas, pero decidió tomar una vez más del mundo de las tablas en homenaje a Quintero, tras su muerte en 2011, contó el director en entrevista con el programa 1800 Online.
"Era una persona de un carácter bastante difícil, pero conmigo siempre se portó maravillosamente. Incluso él llegó a decirme que yo podía hacer con su obra lo que yo quisiera", dijo Cremata Malberti, quien al llevar al cine Contigo pan y cebolla cumplió un sueño de Quintero.
"Tomás Gutiérrez Alea quiso hacerla en los 60, pero algún burócrata dijo que no, que aquello era demasiado costumbrista. Como si el costumbrismo hiciera daño y como si no fuéramos un pueblo lo suficientemente costumbrista. Digo costumbrista por las costumbre, pero también porque nos hemos acostumbrado a muchas cosas", agregó.
El cineasta explicó que el 75% de la obra se filmó en los estudios del ICAIC y que debieron reconstruir cada esquina de La Habana de los 50, "cosa que no es difícil porque en Cuba parece que no ha pasado mucho el tiempo".
Cremata Malberti comentó que la sensación de La Habana detenida en el tiempo es una de las lecturas que el público ha hecho de la película.
"Seguimos teniendo las mismas vicisitudes, seguimos teniendo el mismo mundo de apariencias. Sigue siendo importante para nosotros no solamente un refrigerador, sino cualquier aire frío que venga de donde venga y que cambie un poco el calor tremendo que hace, desde todo punto de vista", dijo.
Pero Contigo pan y cebolla no fue la única novedad de la noche. Cremata Malberti aprovechó para poner en la gran pantalla otra de sus nuevas obras, Crematorio, en fin el mal, una que asegura "no se pone en los cines (en Cuba), pero todo el mundo tiene en las casas".
“Viva Cuba” y “Chamacos”
El director contó que el filme Viva Cuba le ha traído muchas satisfacciones, incluidos más de 30 premios nacionales e internacionales. La inocencia del tema hace de este el tipo de película que frecuentemente le piden presentar en eventos internacionales o embajadas cubanas por el mundo.
No obstante, otros de sus títulos, como Chamacos, no encuentran esa acogida entre la oficialidad, pero considera hacerlas una deuda consigo mismo. Cremata Malberti es el primer director cubano residente en la isla en estrenar uno de sus filmes en el extranjero. Para la première de Chamaco eligió Miami.
"Esa presión significó tanto que el ICAIC tuvo que estrenarla por lo menos en un cine; el ICAIC tuvo que sacar el DVD de Chamaco y ya se distribuye en Cuba, y lo más interesante fue ver por primera vez al Granma hablando de corrupción policial y prostitución masculina en Cuba", dijo.
El cineasta agradece al ambiente artístico entre el que creció el creador que es hoy. "Fue común nacer en un mundo donde había una mezcla entre fantasía y realidad. Conocía personalmente a la Caperucita Roja, pero también sabía que el Lobo se acostaba con la maquillista", dijo.
Quien le ve andar La Habana con espejuelos oscuros, sombrero blanco y una bolsa llena de cascabeles que anuncian su llegada no puede creer su confesión: "Soy una persona bastante tímida. Yo me he creado un personaje público, en realidad por miedo escénico".
En cambio en Miami, cuidad en donde estrenó Chamaco, dijo andar con aires más sencillos. "Estoy de incógnito, por ejemplo, aquí no traje los cascabeles. Los cascabeles son para allá; allá es tierra de Elegguá y allá sí abre caminos, aquí ya los caminos están abiertos".
Cremata Malberti ve con buenos ojos los aires de cambio que trae para Cuba el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos y espera encontrar interesados en la financiación de nuevos proyectos que tiene en mente y otros largamente pospuestos, como los filmes restantes de la trilogía que comenzó con Nada.
"Sería la hora de invertir en proyectos culturales cinematográficos, todavía yo no he visto el proyecto que vincule a las dos orillas, y te digo yo estoy dispuesto a hacer cualquier cosa, hasta porno. Uno no hace todo el cine que quiere por las condiciones económicas", dijo Cremata Marberti, quien aprovechó para lanzar al aire su deseo de hacer una película sobre la novela Hombres sin mujer, de Carlos Montenegro.
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