Jorge Soler, el cubano de la semana en Grandes Ligas

El bate de Soler fue clave en las dos victorias de viernes y sábado de Atlanta sobre los Dodgers de Los Angeles, el equipo con el segundo mejor récord en todas las Grandes Ligas.

Aunque el cubano Jorge Soler no ha sido el mismo que hace tres años, ha tenido destellos que permiten augurar una explosión ofensiva, si finalmente los Bravos consiguen colarse en los playoffs.

Los Bravos de Atlanta, inmersos en la batalla por los comodines de la Liga Nacional, trajeron en julio desde los Gigantes de San Francisco al cubano Jorge Soler, con la esperanza que repitiera su actuación de 2021, cuando terminó como "Jugador Más Valioso" en la Serie Mundial.

Aunque Soler no ha sido el mismo que hace tres años, ha tenido destellos que permiten augurar una explosión ofensiva, si finalmente los Bravos consiguen colarse en los playoffs.

La semana del 9 al 15 de septiembre fue uno de esos momentos en los que el pelotero nacido hace 32 años en Melena del Sur hizo valer su sobrenombre de SolerPower.

En 21 turnos al bate disparó ocho hits, para average de .381, con seis carreras anotadas y cuatro impulsadas. Cinco de sus ocho cohetes fueron extrabases, cuatro dobletes y un jonrón, para un enorme slugging de .714.

El bate de Soler fue clave en las dos victorias de viernes y sábado de Atlanta sobre los Dodgers de Los Angeles, el equipo con el segundo mejor récord en todas las Grandes Ligas.

Los Bravos (81-68) van empatados con los Mets de Nueva York por el tercer comodín del viejo circuito, detrás de los Padres de San Diego y los Diamondbacks de Arizona, quienes parecen tener asegurados los dos primeros boletos de wildcard.

Precisamente, con los Mets sigue brillando el cubano José “Candelita” Iglesias.

En los últimos siete días, se fue de 22-8 (.363) y anotó cinco carreras, en tanto tuvo un biangular como extrabase y un slugging semanal de .409.

Candelita se ha mantenido todo el año por encima de .300 de average y promedia .319, aunque sin los turnos requeridos para disputarle al venezolano Luis Arráez (.322) la corona de los bateadores de la Liga Nacional.

Su llegada a fines de mayo fue un revulsivo para un equipo que parecía hundirse en otra campaña mediocre.

A cada oportunidad que recibía, aportaba tanto con el madero, como con el guante, lo mismo en segunda base, en el campocorto o en la antesala, además de la alegría que trajo al dugout con su tema de música urbana “Oh, My God”, que logró estar entre los primeros lugares de la popularidad en la revista Billboard.

Ahora es muy probable que el manager venezolano Carlos Mendoza lo use en los próximos juegos en su posición natural del short stop, luego de que el puertorriqueño Francisco Lindor saliera el domingo con molestias en la espalda.

Y el lanzallamas Aroldis Chapman, de los Piratas de Pittsburgh, dio nuevos pasos hacia el Salón de la Fama de Coopersown.

Finalmente, el manager Derek Shelton le ha dado a Chapman la oportunidad de salvar juegos, ante la decepcionante campaña del cerrador titular, David Bednar.

En tres salidas esta semana, el cubano trabajó tres episodios, permitió cinco hits y par de carreras limpias, ponchó a cinco y se apuntó tres rescates.

Con esos cinco abanicados, llegó a 92, a apenas ocho de convertirse en el primer relevista en todos los tiempos con seis temporadas con 100 o más ponches. Asimismo, ya suma 329 juegos salvados en su carrera.