El periodista cubano Abraham Jiménez Enoa recibió la noche del jueves en Nueva York el Premio Internacional a la Libertad de Prensa, por parte del Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ.
En su discurso de aceptación del galardón, el fundador de la revista digital El Estornudo y columnista del diario The Washington Post dijo que nació en un país “donde todos los canales de televisión, todas las emisoras de radio, todos los periódicos, todas las revistas, están por ley dirigidas por el Partido Comunista”, y que reportar sobre la realidad de lo que ocurre en el país “significa violar la ley”.
Por decidir a ser un periodista que intenta contar la realidad, el gobierno te considera “un delicuente”, lamentó Jiménez Enoa.
“El gobierno de mi país entonces te trata como tal, como un delincuente, como un criminal, por la sencilla razón de querer mostrarle a los ciudadanos de ese país la realidad donde viven”, subrayó.
Lee también Es una medida extrema de imponer la censura, así se pronuncia el CPJ tras condena a Valle Roca
No obstante, afirmó que ser periodista en Cuba hoy en día “es más necesario que nunca, pues después de 64 años de un mismo gobierno, mi país corre el riesgo de desaparecer de la memoria histórica de la nación”.
“Es por eso”, dijo, “que los periodistas de mi país, hoy, tenemos la honrosa misión de poner nuestro cuerpo ante la avallasante intención del Gobierno que busca por todos los medios exterminar los relatos que lo desnudan y lo muestran como una dictadura”.
“Tomar la decisión de no dejar morir lo que sucede en mi país, sacar los hechos a la luz pública, pone en riesgo la integridad física y mental de quienes lo hacemos”, dijo en su discurso.
También recalcó que tiene varias razones para hablar ante el CPJ y el mundo en estos momentos. “Quizás la importante es que, como muchos otros colegas, he tenido que exiliarme y abandonar mi país para protegerme”.
“Pero”, añadió, “no por ello mis colegas y yo, que hemos tenido que abandonar forzosamente nuestra tierra, hemos dejado ni dejaremos de seguir denunciando lo que sucede en mi país, Cuba”.
En ese sentido, dijo que desea dedicar este premio “a todos los periodistas cubanos que han tenido que dejar a sus espaldas a sus familias, a sus amigos, a su cultura, a su idiosincrasia, a su patria. Y a los dos colegas, Lázaro Yuri y Jorge Bello, que hoy están en este mismo momento en cárceles de máxima seguridad por contar la realidad de Cuba”.
A pesar de los obstáculos que impone el régimen, Jiménez Enoa aseveró que los periodistas cubanos no se callarán:
"No hay forma posible de dejarnos sin voz. Los periodistas cubanos vamos a denunciar hasta el último segundo de vida de la dictadura cubana sus desmanes, aunque tengamos que pagar por ello un precio altísimo”.
Otros cubanos que han recibido este premio del CPJ son Yndamiro Reston (1994), Jesús Joel Díaz Hernández (1999), Manuel Vázquez Portal (2003) y Héctor Maseda Gutiérrez (2008).
Otros galardonados este jueves en la noche han sido: la periodista independiente kurdo iraquí Niyaz Abdullah, la ucraniana Sevgil Musaieva, editora en jefe de Ukrainska Pravda, y la vietnamita Pham Doan Trang, reportera especializada en derechos humanos y fundadora de la revista legal independiente Luat Khoa, The Vietnamese y el blog Danlambao.