Mike Pompeo y Andrew McCabe, director y director interino respectivamente de los principales organismos de inteligencia y contrainteligencia de EE.UU., la CIA y el FBI, comparten la preocupación del senador cubanoamericano Marco Rubio acerca de los esfuerzos del régimen de La Habana para que hombres de negocios y líderes políticos de este país influyan en el diseño de la política estadounidense hacia Cuba.
A continuación, una traducción de esa parte de la audiencia sostenida el jueves, con directivos de los organismos de inteligencia e investigación de EE.UU., por el Comité de Inteligencia del Senado, sobre el tema de las amenazas mundiales y seguridad nacional.
Según la transcripción del diario The Washington Post:
RUBIO: Continuando con el hemisferio occidental (después de preguntas sobre Venezuela)… Director McCabe, y también usted, Director Pompeo.
Me sigue preocupando el potencial, y lo que yo creo es una realidad, del esfuerzo sistemático de parte del gobierno cubano para reclutar en forma inadvertida a estadounidenses ─ejecutivos de negocios y otros, incluso líderes políticos locales y estatales─ en un intento por conseguir que ellos influyan en el diseño de la política estadounidense hacia Cuba. Y particularmente (en) el levantamiento del embargo. ¿Sería ésta una táctica coherente con lo que hemos visto en el pasado por parte de otras naciones, incluyendo al régimen cubano?
POMPEO: Dejaré que también comente el Sr. McCabe, pero sí, por supuesto. Francamente, esto es congruente con…, claro, con los intentos de interferir en los Estados Unidos, que no se limitan a Rusia. Los cubanos tienen vínculos profundos, es parte de su más rancia tradición, llevar a visitantes estadounidenses y hacer todo lo posible por influir en ellos de una manera que sea contraria a los intereses de Estados Unidos.
MCCABE: Sí, señor. Totalmente de acuerdo. Compartimos sus preocupaciones acerca de este asunto.
Varios gobernadores estatales, decenas de funcionarios y congresistas demócratas y republicanos, así como cientos de empresarios estadounidenses, han viajado a Cuba desde que Barack Obama y Raúl Castro anunciaron el deshielo de las relaciones bilaterales en diciembre de 2014.
Muchos han hecho a su regreso planteamientos favorables a una mayor apertura del comercio y los viajes a la isla, en tanto que los legisladores han presentado proyectos de ley para llevar más allá de las decisiones ejecutivas de Obama el relajamiento de las restricciones contenidas en la Ley Helms-Burton de 1996, que regula las relaciones con Cuba.
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[Redactado por Rolando Cartaya]