El presidente colombiano, Iván Duque, dijo este sábado que el terrorismo no tiene cabida en el país y llamó al Ejército de Liberación Nacional (ELN) a desmovilizarse o, de lo contrario, enfrentarán "todo el peso del Estado".
Así lo aseguró el jefe de Estado durante su visita a la ciudad de Saravena, en el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela, donde el ELN tiene fuerte presencia y ha intensificado en las últimas semanas los ataques contra la infraestructura petrolera y contra militares.
"Que quede claro: este es un Gobierno que defiende la legalidad, y el compromiso mío por la legalidad se mantendrá (...) mientras yo ejerza la Presidencia de la república. Si el ELN quiere demostrarle a Colombia que tiene voluntad de paz, que empiece poniéndole fin a todos esos actos criminales", dijo Duque.
Al referirse a la situación de orden público en Arauca, el gobernante colombiano quiso dar un mensaje al departamento: "no más terrorismo, no más golpes miserables a la infraestructura de los más vulnerables".
El gobernante colombiano hizo un llamamiento para que los guerrilleros del ELN "abandonen, de manera individual, el camino de la criminalidad".
"Desmovilícense individualmente, dense cuenta que aquí está el camino ordenado y de la legalidad, salgan de ese camino nefasto, de ese camino tortuoso, de ese camino que busca atacar a todos los colombianos, que es el de la violencia", apostilló.
Duque advirtió al ELN de que en caso de que quieran alcanzar la paz tienen que demostrar que son "capaces de parar esa máquina criminal que por décadas ha flagelado al pueblo de Colombia".
"De lo contrario, estará el Estado y el aparato judicial respondiéndoles como lo demanda la Constitución y la ley", enfatizó.
El presidente condenó los recientes ataques del ELN a los oleoductos y contra la fuerza pública, y especialmente el atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander, en Bogotá, ocurrido el pasado 17 de enero.
La acción terrorista causó la muerte de 22 cadetes, entre ellos una ecuatoriana, y dejó heridos a más de 60. En el atentado también murió el conductor del vehículo cargado con explosivos, identificado por las autoridades como José Aldemar Rojas Rodríguez, miembro del ELN.
Luego de ese atentado Duque reactivó las órdenes de captura de los negociadores del ELN en los diálogos de paz que ese grupo mantenía con el Gobierno en La Habana y pidió a Cuba que los entregue.
Las negociaciones con el ELN comenzaron en febrero de 2017 en Quito y en mayo del año pasado fueron trasladadas a La Habana, donde la última ronda de diálogos concluyó sin resultados tangibles el 3de agosto, cuatro días antes de la posesión de Duque como presidente de Colombia.
(Agencia EFE)