El ejército israelí presentó pruebas este miércoles que lo exonerarían de haber causado la mortal explosión en un hospital de Gaza el martes y culpó de lo sucedido a un cohete malogrado de militantes del grupo Jihad Islámico.
Al menos 500 personas murieron en el ataque, según el Ministerio de Salud gestionado por Hamás. El grupo armado palestino atribuyó la explosión a un ataque aéreo israelí.
En la conferencia de prensa el miércoles, Israel expuso sus argumentos sobre por qué no era responsable de la explosión en el hospital de Al Ahli. El contraalmirante Daniel Hagari, portavoz jefe de las fuerzas armadas, dijo que sus fuerzas no estaban disparando en esa zona, reportó Associated Press.
Un radar israelí confirmó una ronda de cohetes lanzada por el grupo palestino Jihad Islámica desde un cementerio cercano alrededor de la misma hora en que ocurrió la explosión en el hospital. Según Hagari, videos independientes tomados en el lugar mostraban que uno de los cohetes se había precipitado desde el cielo.
El portavoz de las fuerzas armadas de Israel dijo que el cohete cayó en el estacionamiento fuera del hospital, donde debió quedar un cráter si hubiese sido disparado en un ataque aéreo. En su lugar, añadió, la deflagración procedía de la cabeza del cohete fallido y el combustible que no había gastado su sistema de propulsión.
Mientras ambas partes en el conflicto negaban responsabilidad sobre lo ocurrido, médicos en Gaza continuaban intentando salvar la vida de los heridos, en medio del caos que ha dejado a la zona sin recursos básicos, incluidos agua, medicamentos y electricidad.
Los argumentos del ejército israelí dan un giro a una situación incómoda en la que Israel fue blanco inmediato de protestas y manifestaciones de rechazo en toda la región, frente a sedes diplomáticas israelíes y de sus aliados.
Este miércoles, el grupo militante libanés Hezbolá, respaldado por Irán, convocó a un “día de ira” para condenar el ataque, reportó la Voz de América.
Entretanto, el presidente estadounidense Joe Biden comentó desde Israel, donde se encuentra de visita, que la explosión en el hospital parecía ser obra “del otro equipo” y no del ejército israelí.