Un preso político cubano, liberado en 2022, hizo llegar a nuestra redacción una serie de fotos que reflejan la vida diaria en las cárceles de máxima seguridad de Guanajay y Caimito, ambas en la provincia de Artemisa.
El exconvicto, quien prefirió el anonimato por razones de seguridad, a través de WhatsApp ofreció declaraciones sobre su experiencia dentro de las cárceles cubanas.
Las fotografías enviadas a Martí Noticias revelan pésimas condiciones higiénicas en los calabozos, la magra alimentación que reciben, entre otras dificultades que enfrenta la población penal.
"La justicia en Cuba no existe, lo supe desde el día que vi con mis propios ojos con qué impunidad se violaban los derechos y las vidas de las personas allí (en prisión). Y me di cuenta de lo que vale la vida de un cubano, cuando vi cómo se golpeaban a las personas esposadas e indefensas y después con la facilidad que te decían en la cara que eso era mentira(...) Cuando vi toda la corrupción, el contrabando de arroz y de cigarro desde la prisión de Taco-Taco (Artemisa) hacia la prisión de Guanajay y me di cuenta de que la corrupción es generalizada, siempre había un militar dispuesto a dejarse corromper por este favor o por aquel, hasta por una recarga telefónica que los familiares le hacían. Eso lo vi yo y entonces me di cuenta de que aquello era una mentira”, refirió en el audio.
La serie de fotografías son una oportunidad casi inédita de ver la vida en las prisiones de Cuba. En muy pocas ocasiones la prensa extranjera acreditada en la isla y medios oficialistas han podido documentar las cárceles de Cuba, cuando lo han hecho ha sido en visitas guiadas y controladas por el Ministerio del Interior y el Centro de Prensa Internacional.
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Sobre la prisión de Guanajay recordó: "Llegando me llevaron inmediatamente para la zona de máxima seguridad donde está Luis Manuel Otero Alcántara. Me ubicaron en el último piso en una celda de aislamiento con una cámara delante y una cámara detrás, dos cámaras (de vigilancia). Sin colchón ni nada, una cama de cemento, dormía con un frío horrible con una camisa de poliéster sin manga y sin cuello, un short de poliéster y más nada. No había agua para bañarse, solo para tomar y te la daban en una botella. Dormí en el cemento, la última noche me dieron un colchón que era una cosa horrible llena de manchas de sangre y de orina".
Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro, fue detenido el 11 de julio de 2021 y condenado a cinco años de cárcel por los delitos de ultraje a los símbolos patrios, desacato y desórdenes públicos. Su sentencia la cumple en la cárcel de máxima seguridad de Guanajay.
También en esta prisión estuvo detenido por un tiempo el activista cubano Carlos Ernesto Díaz González, conocido en sus redes sociales como Ktivo Disidente, quien confirmó que las imágenes corresponden a la cárcel de máxima seguridad de Guanajay.
"Lo que más me impresiona es la realidad que captó la persona que tiró estas fotos, esos son los panoramas habituales de una prisión, esa expresión de tristeza, el sufrimiento de esos hombres aguantando los barrotes, esas imágenes se ven a diario”, expresó Díaz González luego de ver las fotografías.
El expreso político aseguró haber recibido torturas físicas y psicológicas.
"Ellos han mutado mucho, han revolucionado en cuanto a sus mecanismos de tortura, que no es solamente física y psicológica y quieres que te sea sincero, la psicológica es peor. Yo terminé con un padecimiento que hoy está certificado por un especialista que se llama crisis vagal, crisis de pánico, yo no sabía que existía y eso comenzó en la prisión de Ariza”, relató Ktivo Disidente, en referencia a la prisión de máxima seguridad de Cienfuegos, de donde fue excarcelado bajo libertad condicional en junio de 2023.
Ambas prisiones han estado citadas en los informes del Centro de Documentación de Prisiones Cubanas, como escenarios donde se cometen violaciones a los derechos de los reclusos.
El informe del cierre de 2023, que publica esta entidad, señaló con gran preocupación la muerte de reclusos en cárceles cubanas por falta de asistencia médica, malas condiciones de habitabilidad y procederes negligentes de las autoridades penitenciarias.
"Informaciones enviadas por reclusos desde las prisiones dieron cuenta de al menos ocho muertes ocurridas o conocidas durante el mes de diciembre en seis prisiones de cinco provincias del país”, revelaron en el reporte.
De acuerdo con el último informe de la World Prison Brief del Birkbeck College de la Universidad de Londres, que documenta el estado de las prisiones a nivel mundial, El Salvador y Cuba presentan las mayores tasas de población penal en relación al índice poblacional.
Por su parte, la ONG Prisoners Defenders reconoció durante el mes de diciembre de 2023 la existencia de "1.063 prisioneros políticos relacionados con un activismo o expresión pública evidente de oposición a las políticas gubernamentales, o en el ejercicio y/o la defensa de los derechos fundamentales del ser humano”.