Dos investigadores cubanos alertaron el miércoles sobre la participación del régimen de La Habana en el crimen organizado y la trata de personas, tras analizar los hallazgos del más reciente informe de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC).
En el caso de Cuba, el reporte de 2023 expone la existencia de explotación laboral, tráfico sexual y trata de personas. Aunque se refiere a la presencia del crimen organizado en Cuba, lo circunscribe al turismo sexual y asegura que “la mayoría de estas actividades delictivas son llevadas a cabo por individuos, y no por estructuras articuladas”.
En este sentido, la entidad con sede en Ginebra, Suiza, acepta la participación de grupos del crimen organizado, nacionales y extranjeros, pero deja fuera a los “actores integrados en el Estado”. Además, define que “un grupo de tipo mafioso” es aquel que tiene “un nombre conocido, un liderazgo definido, el control territorial y la afiliación identificable”.
“Este análisis está construido metodológicamente para analizar países donde haya mafias, pero no para poder penetrar los fenómenos que ocurren en las mafias que tienen a países, como es el caso de Cuba: El principal grupo criminal organizado en Cuba es, sin lugar a duda, GAESA y la oligarquía que lo controla está fuera de toda jurisprudencia estatal cubana, no pueden controlarlo ni con los mecanismos del Partido (Comunista de Cuba) ni de la Asamblea (Nacional del Poder Popular)”, dijo a Martí Noticias el historiador y ex diplomático cubano Juan Antonio Blanco Gil.
Lee también ¿Quién audita a GAESA?: La Contraloría de Cuba dice que el conglomerado de los militares no está bajo su supervisiónEl Grupo de Administración Empresarial, SA (GAESA), que pertenece a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), maneja los sectores claves y más lucrativos de la economía del país. Tiene ramificaciones en el sector hotelero, las tiendas de ventas de productos en divisas, la aduanas y los puertos, instituciones financieras, y de importación y exportación, entre otras.
“Ellos [la cúpula militar] han creado un sistema y lo han legalizado para robarle el dinero al Estado cubano que obliga a todas las instituciones y ministerios a depositar sus divisas en el Banco Financiero Internacional, que le pertenece a GAESA y después no la pueden sacar de ahí, o solo según disponga GAESA, o sea, si el Ministerio de la Agricultura hizo 50 mil dólares en exportaciones, después no puede ir a reclamarlo para, por ejemplo, ir a comprar tractores”, explicó Blanco Gil, copresidente del laboratorio de ideas Cuba Siglo 21, con sede principal en Madrid.
"Estamos ante un Estado entero que es controlado por una cúpula mafiosa, que es la que a su vez controla GAESA y que tiene todas las propiedades, las principales registradas en Panamá como sociedad anónima”, subrayó el experto en negociación y manejo de conflictos.
Varias investigaciones, entre ellas la del proyecto Martí Verifica, han detrminado que GAESA se amplía por el mundo en compañías offshore que, supuestamente, sirven para evadir las sanciones financieras de Estados Unidos, pero también para mover recursos sin ninguna fiscalización.
“Al final, ¿quién controla el dinero? Lo controla GAESA, que es una entidad privada registrada incluso fuera del país y a la que la Controlaría de la República, ha declarado públicamente, que no puede auditar", recordó Blanco.
Lee también EEUU está pidiendo a aerolíneas que no transporten migrantes hacia Nicaragua, asegura alto funcionarioPor otra parte, el informe de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional señala que la trata de personas en Cuba se manifiesta especialmente en “forma de tráfico sexual y explotación laboral y aclara que “hay denuncias de que las autoridades en la Isla obligan o coaccionan a los profesionales para que participen y permanezcan en los programas de exportación de mano de obra”.
“La trata tiene que ver con la captación y muchas veces con el transporte y la explotación de individuos a través de algunas técnicas o estrategias como el engaño, la coacción o tal vez el abuso de las vulnerabilidades que pudieran tener las personas; con el fin de explotarlas. Las misiones médicas internacionalistas son el ejemplo más relevante”, explicó a Martí Noticias Loraine Morales, responsable de Investigación y Posgrado de la Universidad Iberoamericana de Tijuana, México.
Cuba Siglo 21 y Havana Consulting Group denunciaron hace unos meses a GAESA por "apropiarse arbitrariamente" de casi 70 mil millones de dólares en poco más de una década, provenientes de los salarios de los médicos en las brigadas internacionalistas.
Para Morales, especializada en Migración, “el tráfico de personas tiene que ver más con el cruce de fronteras, en este caso internacionales, de una persona que lo que busca es entrar de manera irregular a otro país donde no tiene ningún permiso o autorización para estar o permanecer y que, muchas veces, esta persona ofrece su consentimiento y es voluntario, aunque no sea consciente a veces, de todos los riesgos que puedes enfrentar durante esta travesía. Lo vemos mucho en los flujos migratorios de cubanos que vuelan a Nicaragua y llegan a Estados Unidos, que utilizan esta red de tráfico de personas”.
“Cuba no asume ningún tipo de responsabilidad, porque los cubanos cumplen con los requisitos de viaje, no hay incumplimiento de la normativa o de lo que está establecido”, añadió la también periodista de El Toque.
El acuerdo de libre visado entre Managua y La Habana, en noviembre de 2021, propició el mayor éxodo migratorio de cubanos a los Estados Unidos. La llamada Ruta de los volcanes ha facilitado la migración de más de medio millón de cubanos, de acuerdo con cifras del Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos.
Morales analizó que el hecho de que Cuba y Nicaragua no cierren esta vía que está poniendo en riesgo a tantas personas, sugiere que hay una complicidad entre estos dos regímenes autoritarios y lo que “se busca es ejercer una presión y poner el foco en el migrante y en el destino”.
El subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Eric Jacobstein, aseguró recientemente en entrevista con Voz de América, que “la ruta migratoria establecida desde Cuba a Nicaragua por vía aérea está destinada al contrabando de migrantes; estos son vuelos chárteres que van a Nicaragua llenos a capacidad y regresan vacíos a Cuba”.
Morales se refrió, además, a la mención en el Índice Mundial del tráfico sexual y la explotación laboral en Cuba: “Se habla del traslado de personas con fines de explotación sexual, pero hay otros casos como el reclutamiento de jóvenes para ingresar a las filas de Rusia. A los jóvenes se les engaña, les hacen promesas para que ellos se apunten al Ejército ruso y ya vemos que ha habido denuncias de que no se les cumplen. Igual ocurre con las misiones médicas. El gobierno hace un convenio, aprovechándose de las condiciones laborales que existen en el país y da esta ‘oportunidad’ económica, de viajar a otro país para poder trabajar y ganar un poco más y, muchas veces, los médicos laboran en condiciones muy precarias, con una remuneración para nada equivalente a los riesgos que corren”.
La investigadora de la Universidad de Tijuana mencionó otras prácticas del gobierno cubano, como la retención de pasaportes y de documentación, que son ilegales según la normativa internacional y que funcionarios cubanos practican con deportistas y artistas enviados a misiones en el exterior.
“Hay que resaltar el rol del Gobierno cubano dentro de lo que es el tráfico de personas y sobre todo la trata porque en este caso sí estarían de la mano los dos”, precisó Morales.
Martí Noticias solicitó una entrevista a la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, pero hasta el momento no la han concedido.