Después de más de medio año de la apertura de los primeros puntos públicos de conexión wifi en Cuba, la ampliación del acceso a internet es una asignatura pendiente para la isla caribeña, a pesar de algunos avances y de las promesas del Gobierno para extender el servicio.
Según el monopolio estatal de las Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), en 2015 el promedio de accesos diarios a la red ascendió a más de 150.000, el doble del año anterior, cifras que podrían aumentarán con un nuevo ensayo -anunciado la semana pasada como un "plan piloto"- que llevará internet a algunos hogares en La Habana Vieja.
La noticia fue recibida entre la alegría y el escepticismo por los habaneros, que reconocen que todavía "es muy poco, porque Cuba tiene al menos 20 años de atraso comparado con otros países donde el acceso a la internet es algo común", dijo a Efe Jorge, un taxista de 52 años.
Para Juan Carlos, vecino de la parte antigua de la Habana, el poder conectarse en casa representa sobre todo "un medio de comunicación más seguro" que traería "más facilidades" a las personas que "así no tendrían que ir a otros lugares y recorrer tanta distancia" hasta llegar a uno de los puntos de wifi pública.
Un lujo al que muy pocos tienen acceso
Cuba tiene una de las tasas de penetración de internet más bajas del hemisferio, con solo el 5 % de la población.
En la isla no se permite aún la conexión particular en los domicilios, salvo el caso de unos pocos profesionales como periodistas, médicos o abogados, previa autorización del Gobierno.
El resto de los cubanos se conecta en salas de navegación oficiales y en estos sitios públicos de conexión inalámbrica, abiertos en julio de 2015 y que ya suman unos 65, ubicados en parques y plazas en toda la isla.
En esos lugares, los usuarios navegan desde portátiles, tabletas y móviles inteligentes mientras permanecen de pie y a la intemperie, lo que, unido a la insuficiente oferta de cupones de recarga, ha provocado numerosas quejas.
"En los parques ha habido problemas, han asaltado a gente", asegura Rayko, un joven que espera fuera de una de las instalaciones de Etecsa en la populosa calle Obispo y que considera que "debería haber más seguridad y comodidad para conectarse".
Otros como Livan esperan que la conexión para hogares no se quede solamente en La Habana Vieja, mientras que no faltan los que, como Inés, expresan su preocupación por los precios, en relación a los 2 dólares que debe pagar el cubano por una hora de conexión tanto wifi como en salas de navegación, una tarifa elevada para un país donde el salario medio mensual ronda los 20 dólares.
Las mejoras demorarán
Aunque Etecsa confirmó el ensayo para "los próximos días", su presidenta Mayra Arevich recalcó esta semana que este proyecto no quiere decir que se va "a comercializar el servicio a la población" en un futuro cercano.
Según Arevich el lograr que "internet llegue a las casas" requiere de "recursos importantes", y explicó que la conexión irá "llegando a los diferentes lugares en dependencia de las condiciones económicas que tenga el país y la empresa".
Etecsa sí anunció que para 2016 abrirá 100 nuevas salas de navegación oficiales y otros 80 puntos wifi.
Las telecomunicaciones y el acceso a internet son un tema recurrente en la isla, sobre todo tras el deshielo con EEUU, que el 27 de enero pasado puso en vigor nuevas reglas para facilitar las exportaciones a la isla, que suavizan las sanciones del embargo económico norteamericano.
Estas modificaciones incluyen un impulso a la compra de equipos de comunicaciones y la asociación entre entidades de los dos países para ofrecer servicios de internet.
EEUU colabora y Cuba pone el freno
Según la Casa Blanca, con estas nuevas medidas EEUU "está haciendo su parte para eliminar obstáculos que han sido un lastre para los cubanos", al tiempo que urge a Cuba a permitir a sus ciudadanos "acceder a información en internet".
A mediados de enero, una delegación de funcionarios de EEUU, encabezada por el subsecretario del Departamento de Estado, Daniel Sepúlveda, habló en La Habana con autoridades cubanas sobre el uso de internet.
En una entrevista con la web "OnCuba", Sepúlveda insistió en que tender un cable submarino entre Cuba y EEUU "sería útil" y "las comunicaciones serían mucho más eficientes si vienen de Miami que si vienen de Venezuela", en relación al cable que conecta desde 2011 a la isla con ese país sudamericano.
El funcionario norteamericano indicó además que le gustaría ver "qué capacidad y qué interés tiene ETECSA de participar en iniciativas mixtas", que permitirían a la isla "saltar" de la tecnología de tercera generación que posee hoy.
"Lo que nosotros les decimos es que no hay nada que temer en abrirse a Internet", dijo Sepúlveda.