Lukashenko y la oposición internacionalizan la crisis bielorrusa

Alexandr Lukashenko.

El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, y la oposición han apostado por internacionalizar la crisis en el país en un intento de ganar mientras la calle aún no ha dicho la última palabra.

"Lukashenko ya no representa a Bielorrusia", declaró este viernes SvetlanaTijanóvskaya, líder opositora bielorrusa, en un mensaje por vídeo dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU.

Tijanóvskaya, que se encuentra exiliada en Lituania desde el pasado 11 de agosto, llamó a la ONU a condenar la violencia policial e intervenir en la antigua república soviética para poner fin a las violaciones de los derechos humanos.

Durante la reunión informal del consejo convocada por Estonia, pidió también a la ONU el "envío urgente" a Minsk de una misión para documentar la situación sobre el terreno.

Además, exigió a Lukashenko que permita la entrada del relator de Derechos Humanos de la ONU en relación con el desproporcionado uso de la fuerza contra los manifestantes pacíficos y los abusos ocurridos en centros de reclusión.

Tijanóvskaya pidió a la comunidad internacional que imponga sanciones a los implicados en la falsificación de las elecciones y las violaciones de los derechos humanos.

"Nosotros estamos abiertos y dispuestos al diálogo con todas las partes y países que respeten la soberanía y la integridad territorial de Bielorrusia", señaló.

Mientras, uno de los líderes del Consejo coordinador opositor, Pável Latushko, se encuentra en medio de una gira exterior en busca de apoyo diplomático a la causa opositora.

Latushko, exministro de Cultura, se reunió en Varsovia con miembros del Gobierno y el Parlamento polaco, y el viceministro de Exteriores.

"Abordamos una posible mediación de la Unión Europea para la salida de la crisis", señaló.

Los políticos polacos subrayaron que la crisis es un asunto interno de Bielorrusia, en respuesta a las acusaciones de injerencia externa de Lukashenko, quien también acusó a Varsovia de querer anexionarse la región limítrofe de Grodno.

Hoy viernes, Latushko prosiguió su gira en Lituania, donde fue recibido por el ministro de Exteriores, Linas Linkevicius. "La situación en Bielorrusia aún es un callejón sin salida (...). Creo que las autoridades confían en ganar tiempo y aplastar estos procesos", dijo Linkevicius a la prensa local.