Daniel Llorente Miranda, el cubano que salió con una bandera de los Estados Unidos a la Plaza Cívica el 1ro de mayo en Cuba, está ingresado en el Hospital Psiquiátrico "Eduardo Bernabé Ordaz", conocido como Mazorra.
El periodista independiente Serafín Morán Santiago pudo conversar con él este miércoles 31 de mayo y envió la entrevista a Martí Noticias.
“Sentí orgullo. Sentí que lo que debía de hacer, lo hice exactamente como debía de haberlo hecho”, respondió Llorente Miranda a la primera pregunta del periodista sobre el momento crucial en que salió ante miles de cubanos que se disponían a desfilar delante del general Raúl Castro Ruz.
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Llorente relató que desde días antes la policía intentó detenerlo, para que no repitiera la acción como en las ocasiones en que llegó el crucero Adonia a La Habana y cuando el entonces vicepresidente John Kerry colocó la bandera de Estados Unidos en su embajada en Cuba.
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Camino al infierno
La imagen de Llorente llevado en andas por hombres vestidos de civil que integraban el cordón de seguridad recorrió el mundo. Detrás de aquellas fotos y tomas de video hubo un infierno.
“Fue una acción sumamente violenta. Yo vi en los golpes que me dieron, vi verdaderamente las intenciones de matarme. De hecho me lo dijeron: ‘Lo que tienes es que morirte’”, explica Llorente.
Ante la furia de los represores, rememora el ahora ‘paciente psiquiátrico’, un oficial llegó hasta donde lo tenían atado con un cinto y pidió que detuvieran la golpiza, pero no hicieron caso.
“Me cargaron, me tiraron detrás de una ambulancia. Ahí uno me metió la cabeza contra el suelo, apretándomela para que me asfixiara, me amarraron las manos, y se subieron arriba de mi espalda presionándome los pulmones y saqué fuerzas de donde no había y grité: ‘Me ahoga, me ahogan’ y me decían: ‘Eso es lo que tiene que pasar, que te ahogues, que te mueras’”.
El primer lugar a donde lo llevaron, contó Llorente, fue a la unidad policial ubicada en Zapata y C, en el municipio Plaza, en la misma ciudad. En el camino a los calabozos, mientras lo llevaban en una ambulancia, intentaban ahorcarlo, asegura.
“Me pusieron de una forma en que viraron la cabeza y me estaban ahorcando. Les dije una mala palabra: ‘Me estás ahorcando c…’, y me dijo: ‘Si esa es la intención, que tú te mueras’”, añadió.
Al recinto policial “me dijeron, esto es de los comunistas, y me dio una clase de galleta (trompada) que regó por el piso”, relató Llorente.
Tratamiento psiquiátrico vs convicción moral
“Me siento feliz, orgulloso. Estoy enviando un especial saludo, muy respetuoso, a todas las personas que a través del mundo me han estado apoyando, al presidente Donald Trump, a todas las cadenas televisivas, a todas las personas que con sentido patriótico y con amor humano me están defendiendo en esta causa. Yo realmente no me siento arrepentido de lo que hice, porque considero que ya es momento de que el mundo conozca que la marcha del 1ro de mayo, como todo el proceso en Cuba es diseñado por la dictadura de los Castro”, concluyó Llorente.
Su hijo, Eliécer Llorente, confirmó a la periodista Ivette Pacheco, de Radio Martí, que su padre se encuentra en el hospital psiquiátrico desde el viernes 27 de mayo y se niega a que lo mediquen.
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“Le quieren dar una pastilla, pero dice que no la va a tomar”, refirió el joven y explicó el proceso por el que intentan hacerlo pasar por un demente.
“Dicen que como él cree en Dios y siempre está hablando de eso... dicen que eso es un trastorno. Y eso es mentira, él desde el día en que fui me dijo que hablara con los periodistas porque eso es una injusticia porque "ya yo firmé mi libertad y ahora me tienen aquí".
"Él firmó la libertad, que era un cambio de medida, pero era para llevarlo para allá”, finalizó el hijo de Llorente Mianda.
Por su parte, Morán Santiago explicó a Martí Noticias que tuvo que ser habilidoso para pasar el teléfono y entrevistar a Llorente, pero más allá de las marcas visibles por los golpes que le vio, le llamó la atención verlo en ese lugar.
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“Lo que está usando la dictadura es que para tenerlo en la calle en libertad, debía tener una prescripción médica donde avale que Daniel Llorente Miranda no está en su juicio, está fuera de lo normal”, explicó.
“Está en perfecto estado de salud, ya le estaban ofreciendo unos medicamentos de los que no le quisieron decir el nombre, para que estuviese todo el tiempo sedado, pero claro está, se negó”, concluyó el periodista independiente.
Siga a Luis Felipe Rojas en @alambradas
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