Imágenes satelitales recientes muestran un crecimiento en las estaciones de escucha electrónica en Cuba, presuntamente vinculadas a China, reportó este lunes el diario estadounidense The Wall Street Journal citando un nuevo informe.
Entre las instalaciones se encuentra un nuevo sitio que no había sido reportado previamente, ubicado a unas 70 millas de la base naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo, según un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Washington.
El informe de CSIS surge tras una investigación del The Wall Street Journal del año pasado que reveló que China y Cuba estaban estrechando sus vínculos en materia de defensa e inteligencia, incluyendo el establecimiento de una nueva instalación de entrenamiento militar conjunto y una instalación de escuchas telefónicas.
Según funcionarios estadounidenses, Cuba y China ya operaban estaciones de escucha en la isla, aunque no se habían revelado sus ubicaciones.
La principal preocupación, según exfuncionarios y analistas consultados por el WSJ, es que China podría estar utilizando la proximidad de Cuba al sureste de Estados Unidos para interceptar comunicaciones electrónicas sensibles provenientes de bases militares estadounidenses, instalaciones de lanzamiento espacial y rutas comerciales.
¿Dónde están ubicadas las presuntas bases?
Los investigadores de CSIS identificaron presuntas instalaciones de este tipo en cuatro sitios en Cuba: Bejucal, El Salao, Wajay y Calabazar.
Aunque ya se ha reportado sobre la base de Bejucal, las nuevas imágenes proporcionan detalles adicionales sobre su crecimiento y sus posibles vínculos con China.
“Son lugares activos con un conjunto de misiones en evolución”, explicó en el reporte Matthew Funaiole, investigador principal de CSIS.
Dos de los sitios cerca de La Habana, Bejucal y Calabazar, tienen antenas parabólicas probablemente diseñadas para monitorear y comunicarse con satélites, según los investigadores.
A pesar de que Cuba no tiene satélites, estas antenas serían útiles para China, que posee un programa espacial significativo. La antena parabólica más reciente fue instalada en Bejucal en enero, junto con otras mejoras de infraestructura.
El sitio más reciente, aún en construcción y hasta ahora desconocido públicamente, está ubicado en El Salao, cerca de Santiago de Cuba, no lejos de la base de Guantánamo.
La construcción comenzó en 2021, y parece estar diseñada para albergar un conjunto de antenas dispuestas circularmente, útiles para interceptar señales electrónicas. Funaiole explicó que este sitio podría potencialmente monitorear comunicaciones provenientes de Guantánamo.
Reacciones en EEUU y la comunidad cubana en Miami
Tras la publicación del artículo, Vedant Patel, vocero adjunto del Departamento de Estado, dijo que no confirmaría ni entraría en detalles sobre el tema. No obstante, aseguró que estaban "monitoreando" la situación y que Estados Unidos tomaría las medidas adecuadas para cuando fueraa necesario.
"Seguimos confiando en que Estados Unidos podrá cumplir con sus compromisos de seguridad en el país y en la región... Las actividades de la República Popular de China en Cuba han estado ocurriendo durante décadas y sabemos que seguirán intentando aumentar su presencia", comentó.
EEUU ha reiterado en el pasado su preocupación por los informes de que China planea construir una instalación de entrenamiento militar en Cuba, y varios miembros del Congreso han instado a la administración a abordar el asunto.
A finales de junio Patel dijo que el secretario de Estado, Antony Blinken, había planteado estas preocupaciones durante sus recientes reuniones en China, subrayando que Washington continuará defendiendo sus intereses.
Por su parte, los congresistas cubanoamericanos criticaron duramente a la administración.
"Esto no me sorprende por la falta de iniciativa del presidente Joe Biden", dijo el congresista republicano Carlos A. Giménez en un video compartido por su equipo de comunicaciones.
El legislador apuntó que la influencia de China y Rusia está creciendo cada día en la región.
A finales del año pasado, cinco senadores estadounidenses, liderados por Jim Risch (R-Idaho), presentaron un proyecto de ley para imponer sanciones a cualquier persona extranjera involucrada en transacciones importantes o que haya proporcionado apoyo material a instalaciones militares o de inteligencia chinas en Cuba.
La Ley para Contrarrestar el Espionaje y las Entidades de Vigilancia en Cuba (CEASE), requiere un informe del Departamento de Estado sobre el compromiso diplomático entre China y Cuba, así como sobre las actividades y progresos verificables en el cierre de dichas instalaciones en la isla.
Cuba negó tener bases de espionaje de China en su territorio
Tras la publicación del artículo del diario estadounidense, el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, negó que existan bases de espionaje de China en la isla.
El funcionario calificó el texto como parte de "una campaña de intimidación relacionada con Cuba” que "busca asustar al público con leyendas sobre bases militares chinas que no existen y nadie ha visto".
En junio del año pasado, Fernández de Cossío reaccionó a otra publicación en el mismo medio sobre un supuesto acuerdo entre Cuba y China, en materia militar, para la instalación de una base de espionaje y dijo que se trataba de "calumnias fabricadas por funcionarios estadounidenses".