Cuba continúa entre los 12 países que la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional recomienda para la Lista de Vigilancia Especial del Departamento de Estado.
La Comisión presentó el miércoles su informe anual para el 2021 y señala que en el 2020, las condiciones de libertad religiosa en Cuba siguieron siendo desafiantes.
Da como ejemplo que el gobierno cubano utilizó un sistema de leyes y políticas, vigilancia y acoso para controlar y reprimir grupos religiosos y otros por su defensa o apoyo a la libertad religiosa.
Declara además que el gobierno cubano, a través de la Oficina de Asuntos Religiosos, prosiguió con su represiva aplicación de restricciones como la Ley de Asociaciones que requiere que las organizaciones religiosas se presenten al Ministerio de Justicia para inscribirse .
El informe dice que, a pesar de los criterios existentes, las decisiones de inscripción suelen ser arbitrarias y discriminatorias.
Según el documento, durante el 2020, el gobierno cubano acosó e intimidó a determinadas comunidades religiosas y a sus líderes con tácticas que incluyen amenazas, detenciones breves e interrogatorios, vigilancia y restricciones de viaje.
Menciona el caso de el Movimiento Apostólico, una red no registrada de iglesias protestantes, que informó un aumento en arrestos, amenazas y multas a párrocos y feligreses. El Pastor Alain Toledano Valiente del Movimiento Apostólico, su familia y su congregación fueron blanco frecuente del hostigamiento del régimen.
El informe señala además que varios líderes y practicantes religiosos de la santería, particularmente miembros de la Asociación Yoruba Libre de Cuba, también fueron blancos frecuentes del hostigamiento del gobierno.
De acuerdo con la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, el gobierno cubano usó su código penal contra individuos cuyas creencias religiosas entran en conflicto con las enseñanzas políticas y prácticas en las escuelas y la educación.
Cita específicamente el Decreto Ley 370 que regula el uso de internet y es aplicado para criminalizar la expresión crítica. Líderes religiosos fueron amenazados con cargos en virtud de esta ley por colocar "mensajes subversivos en las redes sociales".
En entrevista con Radio y TV Martí, el comisionado James W. Carr explicó que hubo algunos comisionados que quisieron colocar a Cuba en “lo peor de lo peor”, la categoría de Países de Especial Preocupación.
Sin embargo, se dejó a Cuba en la Lista de Vigilancia Especial porque la Comisión recibió “mensajes tan dispares de Cuba” de congregaciones que “aparentemente… no están teniendo muchos problemas”.
El Comisionado Carr opinó que Cuba es “un país con mucho potencial” y que el gobierno no tiene por qué sentirse intimidado “por gente que no está intentando conquistar el país. Están tratando de adorar a un Dios que aman”.
Entre las recomendaciones que presenta la comisión está mantener a Cuba en la lista del Departamento de Estado de vigilancia especial por participar en o tolerar graves violaciones de la libertad de religion y denunciar públicamente las violaciones de libertad y derechos humanos en Cuba.
También se recomienda imponer sanciones selectivas a las agencias gubernamentales cubanas y a los funcionarios responsables por graves violaciones de la libertad religiosa, incluyendo a Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos, congelando los activos de esas personas y prohibiendo su entrada a Estados Unidos.
Asimismo, la comisión quiere alentar a las autoridades cubanas a extender una invitación oficial para visitas sin restricciones por ellos y el Relator Especial de la ONU sobre la libertad de religión o creencias y que se incrementen las oportunidades para los líderes religiosos cubanos de comunidades religiosas registradas y no registradas para intercambiar ayuda y materiales e interactuar con correligionarios en Estados Unidos.
La Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional es un ente independiente y bipartidista creado en 1998 por el Congreso de Estados Unidos.