A dos meses de sufrir una detención por la publicación de contenidos críticos sobre la realidad cubana, la ingeniera y youtuber santiaguera Hilda Núñez Díaz, conocida en redes sociales como Hildina, anunció que se había marchado de Cuba junto a su bebé para establecerse en Estados Unidos.
“Llegó la hora de decir adiós a mi Cuba, a mi familia y a mis amigos, sé que para muchos de ustedes no será una sorpresa ya que era algo que se veía venir y en cualquier momento podía pasar pero tristemente ese momento llegó demasiado pronto”, informó este sábado Hildina en su página en Facebook, donde la siguen casi 40 mil personas, y compartió un video sobre sus últimos días en su tierra.
Núñez Díaz, ingeniera de profesión, solía trabajar como profesora en la Universidad de Oriente, hasta que sus videos en YouTube, donde actualmente cuenta con más de 136 mil suscriptores, comenzaron a generarle problemas en el centro y amenazas de expulsión. En YouTube, Hildina mostraba cómo vive la gente en comunidades urbanas y rurales empobrecidas de Cuba y, en algunas ocasiones, repartía ayuda económica y material que recibía de sus seguidores en el exterior.
Los temas que trataba eran fundamentalmente sociales, no hablaba de presos políticos ni de la represión, pero cuestionaban la imagen oficial de bienestar que el régimen de Miguel Díaz-Canel promueve de la isla hacia el exterior, al darle voz a personas que pasaban hambre y vivían en edificaciones precarias, en peligro de derrumbe y sin condiciones higiénicas.
“Así engañan a los más pobres en Cuba”, “Así gasté 16 mil pesos en una hora en Cuba, “Así es vivir en un país comunista como Cuba”, “Así es mi casa viviendo en Cuba, la cruda realidad que se vive fuera de la ciudad”: esos son algunos de los títulos de los vlogs de la joven, que cuentan con cientos de miles de vistas y, en algunos casos, con más de un millón, y que le costaron ser considerada una enemiga del sistema.
Si bien Núñez Díaz había contado meses atrás a sus seguidores que ella planeaba emigrar a Estados Unidos, país donde reside su esposo y el padre de su hijo desde hace varios años, el acoso que comenzó a sufrir por parte de la Seguridad del Estado, en específico, el incidente represivo del pasado 9 de marzo, apresuró ese proceso. “Quedarme no era una opción para mí”, expresó.
Lo que ocurrió en la mañana del 9 de marzo significó un parteaguas en la labor social y de denuncia que desarrollaba Hildina. A cinco días de llegar a 100 mil seguidores en YouTube, las autoridades cubanas realizaron un operativo en su domicilio, en Santiago de Cuba, en el que participaron más de 30 oficiales de la policía y el Ministerio del Interior, según denunció en Facebook.
Las fuerzas represivas bloquearon la cuadra de la joven, registraron su vivienda y decomisaron varios equipos, como su celular y computadora. Además, a Núñez Díaz la condujeron a la sede principal de la Seguridad del Estado en la provincia, donde la sometieron a un interrogatorio, le impusieron una multa, y no la liberaron hasta el final de la tarde.
“Hildina ya se encuentra en su casa, fue multada y amenazada, según ellos, por tomar las Redes Sociales para desacreditar al ‘gobierno’, y le hicieron amenazas de todo tipo como ellos bien saben hacer. (...) Se encuentra muy mal psicológicamente después de todo lo que le hicieron pasar y de ser tratada como una criminal”, comunicó un post en su página entonces.
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Luego de un periodo de silencio, dos meses más tarde, la influencer explicó en Facebook que por su seguridad y la de su familia había tenido que alejarse de todas sus redes sociales. “Hoy gracias a Dios puedo decirles que estoy nuevamente de regreso con ustedes. Se que muchos estuvieron y han estado al pendiente de mi situación y quiero agradecerles a todos desde lo más profundo de mi corazón por su apoyo y por denunciar lo que me sucedió”, dijo.
Pero ya en esos días Hildina estaría despidiéndose de Cuba, o instalada en Estados Unidos, pues en el video difundido este 20 de mayo precisó que los momentos que compartía en el mismo habían sucedido algunas semanas atrás, y no indicó la fecha exacta de su partida.
“Y es que después de lo que me sucedió, y que ya la mayoría de ustedes conoce, donde estuve a punto de terminar presa, y más que nada tener que separarme de mi mundo, mi bebé Liam, después de ese día sabía que tenía que abandonar cuanto antes el país. No sólo por mí sino también por mi hijo, porque ya no era seguro para nosotros continuar aquí”, afirmó en el material.
En once minutos, la santiaguera compartió imágenes de la despedida de sus familiares y de las personas que conoció y ayudó gracias a sus videos y reflexionó acerca de la emigración por motivos políticos y económicos que afecta al país.
Solamente en el pasado año fiscal, que comenzó el 1 de octubre de 2021 y finalizó el 30 de septiembre de 2022, al menos 224 607 ciudadanos cubanos ingresaron a Estados Unidos por su frontera sur de manera irregular, mientras que otros 6.182 fueron interceptados en el mar por los Servicios de Guardacostas de los Estados Unidos. Y este año, apenas en los tres primeros meses de la implementación del programa de parole humanitario por parte de la administración de Joe Biden, para Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela, más de 15 mil ciudadanos cubanos llegaron a tierra estadounidense.
En Cuba, cuya población envejece cada vez más, gran parte de los emigrantes son, como Hilda Núñez, jóvenes profesionales. “Debo decirles que no sabía que iba a ser tan difícil. Pensé que iba a estar más preparada psicológicamente, pero la verdad no lo estaba. Creo que nadie está preparado para dejar a su familia. Pero sabía que tenía que hacerlo. No tenía otra opción”, dijo Hildina en su despedida.