La activista y abogada Hilda Diéguez Pérez fue detenida el sábado en las proximidades de la cárcel de mujeres de Isla de la Juventud, adonde se dirigía con el propósito de llevarle aseo, ropa y algunos alimentos a la presa política Lizandra Góngora Espinosa, ante la dificultad de sus familiares de visitarla por la lejanía.
Cuenta Diéguez Pérez, quien reside en Nueva Gerona y es coordinadora del movimiento M-13, que fue detenida y las autoridades le prohibieron el acceso a ese centro penitenciario.
Góngora Espinosa fue trasladada el 31 de marzo desde la Prisión de Mujeres de Occidente, en El Guatao, La Lisa, a la cárcel de la Isla de la Juventud, lejos de su familia.
"Yo le llevaba pasta dental, desodorante, champú, cepillo de diente, una cuchara, jabones, tres pullover, porque la habían trasladado sin dejarla recoger sus pertenencias. Entonces, próximo a la prisión, me interceptan dos motos oficiales de la seguridad. Me trasladaron para la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), [y me dijeron] que yo había sido detenida allí por intentar tener relaciones con personas que estaban en contra del sistema. En este caso, era Lizandra", detalló la activista.
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Diéguez Pérez señaló que las autoridades le levantaron un acta de advertencia que se negó a firmar.
Góngora Espinosa, madre de cinco niños, fue condenada a 14 años por los presuntos delitos de sabotaje, robo con fuerza y desórdenes públicos, por su participación en las protestas populares del 11J en el poblado de Güira de Melena, en la provincia de Artemisa.
Durante su estancia en El Guatao, recibió varios maltratos por su posición política y también por rechazar la supuesta reeducación penal. Pasó meses en celda de castigo, aislada, en ese centro penitenciario. También se le negó reiteradamente la atención médica especializada.
Lee también Prisionera política Lizandra Góngora trasladada a una prisión en Isla de Pinos, lejos de su hogarÁngel Delgado, esposo de Góngora Espinosa y padre de cuatro de sus cinco hijos, quien ha sido la persona encargada de llevarle los niños a la opositora, y sus alimentos, considera que ese traslado, a unos 150 kilómetros de donde él reside, hace casi imposible que ahora pueda visitarla.
Desde Güira de Melena, en Artemisa, donde está registrada la dirección de Góngora Espinosa, Delgado dijo a Radio Martí que la presa política le contó, en llamada telefónica el pasado viernes, que todavía tiene secuelas físicas debido a la violencia que ejercieron contra ella los oficiales en El Guatao el día del traslado.
“Dice que le fueron arriba, la esposaron y tiraron contra el piso. Tiene todas las piernas llenas de moretones”, explicó el esposo de la activista, miembro del Partido Republicano de Cuba.