La Iglesia Bautista en Cuba está repartiendo alimentos gratuitamente a los integrantes de su congregación que resultaron afectados hace poco por el huracán Irma en varios municipios de Villa Clara.
La ayuda "se la estamos dando a los miembros de la Iglesia Bautista y a los integrantes de las misiones de la Iglesia. Estamos dando arroz, frijoles, dos latas de carne, ya sea sardinas o carne enlatada, espaguetis, leche en polvo", dijo a Radio Martí, Juan Miguel Acosta, miembro de la orden religiosa.
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Acosta señaló que reparten la ayuda en las localidades de Camajuaní, Remedios, Caibarién,Yaguajay, Encrucijada y Cifuentes, "municipios que están alrededor de Vueltas, que es donde trabajamos con las misiones y predicamos el evangelio".
El misionero lamentó que la Iglesia Bautista no pueda ayudar a todas las personas necesitadas.
"Quisiéramos, pero no tenemos los recursos para poder ayudar a los demás y estamos ayudando a los miembros porque somos muchos, y hasta ahora casi todo el mundo ha recibido. Todavía quedan algunas personas, pero empezamos por las zonas más dañadas, sobre todo los poblados que están en la costa norte, que fueron los más desbastados".
Y la ayuda internacional, ¿hacia adónde va?
Entretanto, numerosos cubanos se están preguntando hacia dónde ha ido a parar la ayuda internacional que llegó a la isla para socorrer a las víctimas del huracán Irma, y que debió ser entregada por las autoridades cubanas.
"Lo único que repartieron en las bodegas fueron unos estuches de galletas que venden normalmente en los mercados ilegales, pero debido a que hay escasez las sacaron por núcleos", dijo Nilo Alejandro Gutiérrez, periodista independiente en Morón.
Agregó que "ayuda material no ha llegado. Los colchones, no he visto el primero, y los famosos fogones de kerosene tampoco se ha vendido ninguno".
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Los cuentapropistas son los que han paliado la grave situación alimentaria tras el azote de Irma, dijo Yoel Armenteros, residente en Corralillo, tras indicar que en esa zona tampoco ha llegado la ayuda.
"Para poder obtener un pedacito de carne de puerco esta es la última matazón. (...) Y la policía también persiguiendo a los particulares con el problema del precio de la carne, que los cárnicos están a 16 y 17 pesos, y los particulares los venden a 25, pero bueno, el Estado no satisface la necesidad del pueblo, que es el que tiene que abastecer después de una catástrofe".
(Redacción Jorge P. Martínez, con reportes de Ivette Pacheco y Adriel Reyes)