Los vientos, con rachas de más de 80 kilómetros por hora, asociados al huracán Ian, provocaron enormes inundaciones por penetraciones del mar en el municipio mayabequiano Surgidero de Batabanó, de unos 6 mil habitantes.
El término municipal limita al sur con el Golfo de Batabanó y el mar penetró en las viviendas a más de un metro de altura mientras las personas trataban, desesperadamente, de resguardar sus pertenencias.
“Esto ha sido desastroso. Esto ha sido lo que nunca he visto en mis 43 años que tengo de vida. Las casas todavía siguen llenas de agua. Aquí a todo el mundo se le han mojado pertenencias: fríos [refrigeradores], colchones, las camas, los televisores. En mi caso se me mojó todo. Tengo agua a la altura de las rodillas dentro de mi casa”, indicó en conversación con Radio Televisión Martí, Beatriz Jústiz Acosta.
“No tenemos comida. El paquete de pollo, que nos vendieron por la libreta de abastecimiento, tuvimos que cocinarlo todo porque ya no hay corriente. El frío se mojó”, agregó.
“Sin hablar de la salud de nosotros, que estamos con un dengue terrible. Y nosotras las mujeres nos vamos a enfermar vaginal, de hongos porque estamos metidas dentro del agua sucia y aquí en Cuba no hay medicinas y no hay nada.”, explicó.
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Lorenzo Alejandro Rosas Reyes, un residente de la localidad, tras trasladarse a un lugar más alto junto a su familia, cocinaba en una hornilla de gas cuando habló con nuestra redacción:
“Desde por la mañana se deterioraron las condiciones del tiempo y ya por la tarde, los vientos arreciaron hasta el punto que el agua entró. Los vecinos subieron las cosas para arriba, pero ni así pudieron salvarlas. A un bulto de gente se les mojaron las cosas”.
En la estación meteorológica de Casablanca (La Habana) se registraron vientos máximos sostenidos de 80 kilómetros por hora y una racha de 123 kilómetros por hora.
Los medios oficiales cubanos han informado de miles de personas evacuadas.
“Evacuaron a tiempo, menos mal. Bastantes personas evacuadas. Otras se quedaron cuidando sus objetos, aunque en muchos casos fue inútil”, señaló Rosas Reyes.
En una valoración preliminar de los daños causados por el huracán a la Isla, las autoridades indicaron que las viviendas, los campos, los cultivos de tabaco y las carreteras, sufrieron las principales afectaciones. Asimismo, el Sistema Eléctrico Nacional y las líneas telefónicas.
“Y sí, el gobierno nos dio un paquete de galletas para que fuéramos resolviendo la situación. Porque ni pan. Por la mañana de este miércoles, pasó un camión repartiendo cajitas de comida con un picadillo que daba grima. Y no tenemos corriente. Antes no había electricidad por las termoeléctricas y ahora con este ciclón menos corriente todavía. Cuando baje el agua, no sé qué vamos a hacer. Hay que vivirlo para comprenderlo. Es muy triste”, lamentó Jústiz.
Ian tocó territorio cubano con categoría 3 el martes en la madrugada por el poblado de La Coloma de Pinar del Río, y salió cerca de las 10 de la mañana por Puerto Esperanza, al norte de la provincia.