Apenas unas horas después de publicada una declaración de solidaridad con el periodista, escritor y humorista cubano Jorge Fernández Era, más de cien de sus colegas han firmado el manifiesto.
En una carta titulada "Hay que reír para ver" y publicada en la plataforma Change.org, los signatarios denuncian "la campaña de acoso y descrédito" impulsada por la dictadura contra Fernández Era, a quien califican como "referencia para el humor cubano durante cuatro décadas".
En los últimos meses, Fernández Era ha sido blanco de los ataques de la Seguridad del Estado y de las autoridades cubanas que lo han detenido y sometido a un proceso penal por el que actualmente está bajo medidas cautelares de libertad bajo fianza y reclusión domiciliaria. También le han prohibido la salida de la Isla y lo mantienen bajo vigilancia permanente.
“Esta es una carta en apoyo a un escritor, un humorista que ha sido perseguido sistemáticamente durante meses. Lo han condenado a 1 año de privación de libertad domiciliaria, ha sido chantajeado de todas las maneras posibles, ha sido censurado, expulsado de publicaciones, se le prohíbe viajar”, indicó el escritor cubano exiliado en Nueva Jersey y profesor universitario, Enrique del Risco, uno de los autores de la carta.
Your browser doesn’t support HTML5
“Yo creo que lo que tiene esta carta de distinta, aparte del tono que es un tono humorístico -es una carta que hicimos entre varios humoristas-, es la solidaridad. Ha tenido apoyo tanto dentro de Cuba como fuera de esta. Dentro de Cuba hay gente muy reconocida como Ulises Toirac o artistas como Lázaro Saavedra. Fuera de Cuba está, digamos, la plana mayor del humorismo cubano en el exilio y de todo Iberoamérica...hay artistas de tremendo renombre de Chile, Argentina, Colombia, Ecuador, de España, Costa Rica, Venezuela”, subrayó.
La misiva trae a colación que Fernández Era "ha sido editor y autor de varios libros" y "galardonado con numerosos premios nacionales e internacionales a lo largo de su carrera".
“Autor de una amplia y galardonada obra humorística que, por su agudeza, ironía y cuidada factura ha sido reconocida por lectores y críticos. Se ha dedicado igualmente al ejercicio del periodismo y a labores editoriales”, dice la nota de la enciclopedia del gobierno de Cuba, Ecured.
Sin embargo, “el escritor ha sido excluido en todos los medios con los que colaboraba, se le ha prohibido viajar al exterior y encima se le ha condenado a un año de arresto domiciliario por el simple delito de satirizar la realidad cubana", denuncia el texto que asegura que "como cualquier humorista, Fernández Era está cumpliendo con su deber: satirizar las deficiencias de su sociedad".
“Yo pienso que desde la época de [Heberto] Padilla ningún artista cubano había recibido tanto apoyo. En el caso de los humoristas, que son tan despreciados, incluso por el resto de los artistas, esto era un gesto que se debía hacía mucho tiempo, apoyar a uno de los suyos en peligro. Les recuerdo que cuando comienzan las tiranías, y esta lleva ya bastante tiempo, los humoristas son los que más sufren, y de los que menos se habla, y nosotros creímos que era importantísimo que el gremio de los humoristas defendiera a uno de los suyos”, señaló Del Risco.
El humor ha sido una vía de ruptura en los regímenes totalitarios y de estímulo de las aspiraciones democráticas de la sociedad civil.
“El primer acto de censura que tengo registrado de Fidel Castro fue el 6 de febrero de 1959, que la emprendió contra Antonio Rubio, un caricaturista de la revista Zig-Zag, que lo había caricaturizado. En un discurso, la emprendió con él, lo ofendió de todas las maneras y llamó a un boicot nacional contra la publicación ¡Dos años antes de las famosas Palabras a los Intelectuales!”
La carta interpela a las autoridades cubanas para recordarles que es deber de un gobierno arreglar lo que no funciona en su país, sin hostigar a los que intentan hacer reír con lo que funciona mal, tarea tan difícil que lo que merece es un premio.
"Se nos dirá que con la prisión domiciliaria se le evita a Fernández Era entrar en contacto con una realidad que tanto le incomoda, pero tenemos entendido que el escritor es mayor de edad y debe permitírsele salir de su casa si es su deseo, aunque sea para tropezarse con todo lo que no parece agradarle”, recuerdan, de manera irónica y jocosa, los firmantes.
“Creemos que, si los imperialistas y sus secuaces insisten en que en Cuba no hay derechos, está muy feo que la Policía y la Seguridad del Estado le den la razón al imperialismo", reprochan.
Your browser doesn’t support HTML5
Por su parte, Fernández Era comentó a nuestra redacción que no esperaba un número tan alto de subscriptores:
“Para mí es muy importante esta carta porque creo que es la primera reacción masiva a lo que está pasando conmigo. Se han manifestado individualmente muchas personas y he recibido mucho apoyo, pero esta es la primera vez que se reacciona así masivamente, en que un grupo de gente, por su propia voluntad, ha firmado una carta donde se hace un llamado a parar lo que está sucediendo conmigo”.
“Por lo demás, yo sigo en las mismas, en prisión domiciliaria que hasta ahora no me ha dado la gana de aceptar, por la sencilla razón de que se fundamenta en una acusación que proviene de dos citaciones que me hicieron que son ilegales, por ley, y a pesar de que yo apelé a la Fiscalía y a todos los organismos, nadie me contestó. Entonces, si se cumple la amenaza que me están haciendo de llevarme a prisión provisional, bueno, allá ellos”, detalló el escritor, asentado en La Habana.
“Sigo escribiendo, sigo saliendo a la calle para lo que necesite, sigo viviendo, que es lo importante, y gritando, que es más importante todavía y diciendo lo mío, sin que nadie pueda callarme”, recalcó Fernández Era.
“Espero que, en los próximos días, ante el hecho real ya de que la carta existe, imagino que se vayan sumando varias gentes y, por supuesto, que eso va a ser mucho más importante también para mí, mientras más gente se sume, más trascendencia va a tener este documento”, alentó.
“Agradezco públicamente a todos los que han firmado, agradezco públicamente incluso a aquellos que no hayan firmado porque tienen su derecho también”.
El mensaje de los escritores y artistas concluye exigiendo “que cese inmediatamente la persecución contra un colega que no ha hecho otra cosa que cumplir con su deber como humorista y ejercer sus derechos como ciudadano. Si no saben en lo que consisten los deberes de un humorista y los derechos de un ciudadano, prometemos explicárselo en una nueva carta, con muchas más firmas".