Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional exigieron la libertad del prisionero político ruso, Ilya Yashin, condenado este jueves a ocho años de privación de libertad.
El juez también le prohibió usar la internet durante los próximos cuatro años, en “un esfuerzo continuo por desmantelar y decapitar la oposición pacífica de Rusia y silenciar cualquier crítica a la guerra del Kremlin contra Ucrania”, denunció HRW.
Yashin, quien durante mucho tiempo ha criticado al Kremlin, fue acusado de violar las draconianas leyes de censura sobre la guerra de Rusia en Ucrania.
Yashin debe ser liberado de inmediato y sin condiciones, y el caso penal en su contra debe anularse, subrayó HRW.
"Multas, encarcelamiento, pérdida de medios de subsistencia, hostigamiento y agresiones físicas se utilizan para silenciar a quienes protestan o hablan en contra de la guerra”, declaró Natalia Zviagina, directora de Amnistía en Rusia.
“Un riesgo personal considerable nunca ha disuadido a Ilya Yashin de decir la verdad al poder. Como muchos otros, no podía permanecer en silencio sobre el asesinato de civiles por parte de las fuerzas rusas en Bucha, Ucrania. Ahora está pagando un alto precio por hablar, enfrenta ocho años y medio tras las rejas", aseveró.
En su declaración ante el tribunal, Yashin dijo que las autoridades lo aislaron de la sociedad y lo mantuvieron en prisión para silenciarlo, pero que no dejará de decir la verdad, incluso tras las rejas.