Human Rights Watch, HRW, declaró en un comunicado que el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, debería condenar los abusos cometidos por gobiernos de la región, como en El Salvador, Venezuela, Nicaragua y Cuba, en el marco de una política que defiende los derechos humanos.
La organización aseguró que el ganador de las elecciones brasileñas debería plantear propuestas en materia de política exterior que tengan que ver con la defensa de los derechos humanos y "con independencia de la ideología del gobierno en cuestión", además de denunciar la represión de regímenes de América Latina.
La directora para las Américas de HRW, Juanita Goebertus, declaró que la gestión en Brasil del presidente Jair Bolsonaro "destrozó" los derechos humanos en las áreas de seguridad pública, medioambiente y derechos de las mujeres, personas LGBT y comunidades indígenas. Por lo tanto, alentó a Lula da Silva a implementar un plan apenas asuma la presidencia el 1 de enero de 2023.
"El presidente electo Lula debería empeñarse en reparar el daño que el presidente Bolsonaro ha causado al sistema democrático y el Estado de derecho, y en fortalecer la independencia judicial", enfatizó la organización de derechos humanos.
HRW hizo hincapié en que Lula adopte políticas que no discriminen a los disidentes.
"El presidente electo Lula debe colocar los derechos humanos como eje de sus políticas dentro del país y en el exterior, y defender los derechos de todas las personas, sin discriminación”, comunicó la organización.
A nivel mundial, HRW resaltó que Lula debería condenar los crímenes de lesa humanidad del gobierno chino contra uigures y otros musulmanes túrquicos. También instó al mandatario electo brasileño a apoyar las investigaciones de posibles crímenes de guerra llevados a cabo en la invasión de Rusia en Ucrania.