Marina Silva, candidata del cambio y la honestidad

MARINA SILVA SE DIRIGE AL DEBATE TELEVISADO DE LAS PRESIDENCIALES BRASILEÑAS

El accidente revolucionó la contienda electoral. Silva es una candidata suave y agradable. Y los brasileros están cansados de la corrupción del PT. Ella es la candidata del cambio; de la honestidad.

La campaña para la presidencia de Brasil estaba en pleno apogeo en el mes de agosto. En un debate televisado Eduardo Campos, el ex gobernador del estado de Pernambuco y uno de los candidatos más conservadores dijo: “Con Marina Silva (como candidata la la vicepresidencia) yo les digo que entendemos sus frustraciones, sus sueños y sus deseos por un major país. No vamos a darnos por vencidos con (nuestro país)”.

Fue una comparecencia enaltecedora para un candidato con pocas posibilidades de derrotar a la actual presidenta Dilma Rousserr en las elecciones de octubre.

Al día siguiente Campos se montó en su avión de campaña y se estrelló poco antes de aterrizar en Sao Paulo en medio de una tormenta. El avión Cessna era nuevo y la tripulación tenía mucha experiencia. Nadie pudo explicar lo sucedido.

Los investigadores de accidente se encontraron una caja negra que no había grabado nada. Dos o tres días después los periódicos y noticieros de television dieron a conocer que hace cuatro años Rousseff había firmado una ley prohibiendo que se divulgara información sobre las investigaciones de los accidents aéres. Los informes decían que la nueva ley había entrado en vigor cuatro días antes del accidente.

Ninguno de los medios de prensa dijo nada que pudiera interpretarse como si el accidente fuse un acto premeditado Toda la información fue dada en forma directa y nadie especuló si lo ocurrido había sido un acto criminal.

De repente Silva, la hija de trajadores que sacaban goma de los árboles en la amazonía brasileña, era candidata a la presidencia del país. Ella había sido una niña enfermiza (tuvo malaria) y había pasado días y meses con hambre. Despúes del accidente, Silva, una mujer negra muy delgada, subió como la espuma en las encuestas.

Ella ya había sido candidate a la presidencia del Brasil en el 2014 por el Partido Verde. En esas elecciones quedó en tercer lugar con 20 millones de votos.

En esa occasión los brasileros querían que el Partido de los Trabajadores (PT) siguiera en el poder. Luiz Inacio Lula da Silva , un ex tornerno metalúrgico, había sido un buen presidente. Lula recomendó a Rousseff y los brasileros votaron por ella.

Pero han pasado cuatro años y Brasil no quiere más el continuismo del PT. El gobierno de Rousseff ha sido un desastre con multiples acusaciones de malversación de fondos públicos. Ahora los brasileros quieren un cambio en el poder.

Aún así, antes del accidente en el que murió Campos, Rousseff era la favorita para ganar las elecciones. Aécio Neves del Partido Social Demócrata Brasilero (PSDB) estaba en un distante segundo lugar.

El accidente revolucionó la contienda electoral. Silva es una candidata suave y agradable. Y los brasileros están cansados de la corrupción del PT. Ella es la candidata del cambio; de la honestidad.

Todavía pueden pasar muchas cosas en las semanas que faltan para los comicios del 5 de octubre. Pero hoy día, las encuestas indicant que Silva tiene el respaldo suficiente para llevar a Rousseff a una segunda vuelta, y entonces en una contienda entre ellas dos, Silva le ganaría a la presidenta con facilidad.

La historia parece un cuento. Un cuento que en realidad puede llevar a que Brasil elija a la primera mujer negra como presidenta en su historia.

Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su correo electrónico es: Guimar123@gmail.com.