Hombres armados en el suroeste de Pakistán mataron a cuando menos 37 personas en tres ataques distintos el lunes, dijeron funcionarios, mientras que las fuerzas de seguridad abatieron a 12 insurgentes en uno de los días más letales en la inestable provincia de Baluchistán.
Veintitrés personas fueron baleadas de muerte durante la noche tras ser identificadas y sacadas de autobuses, vehículos y camiones en Musakhail, un distrito de la provincia de Baluchistán, dijo Ayub Achaksai, alto funcionario policial. Los atacantes quemaron al menos 10 vehículos antes de darse a la fuga.
En otro ataque, hombres armados mataron al menos a nueve personas, incluidos cuatro policías y cinco peatones, en el distrito de Qalat, también en Baluchistán, dijeron autoridades. Los cadáveres de seis personas fueron hallados en Bolan, donde los insurgentes también volaron una vía férrea, arremetieron contra un cuartel policial en Mastung y atacaron y quemaron vehículos en Gwadar, todos ellos distritos de Baluchistán. No se reportaron fallecimientos en esos ataques.
Baluchistán ha sido escenario de una añeja insurgencia en Pakistán, con una serie de grupos separatistas que implementan ataques, principalmente contra fuerzas de seguridad. Los separatistas exigen independizarse del gobierno central en Islamabad. Aunque autoridades paquistaníes dicen que han sofocado la insurgencia, la violencia en Baluchistán ha persistido.
El ataque en Musakhail ocurrió horas después de que el proscrito Ejército de Liberación de Baluchistán (ELB), un grupo separatista, le advirtió a la población que se mantuviera alejada de las carreteras mientras el grupo atacaba a fuerzas de seguridad en diversas partes de la provincia. Pero hasta el momento nadie se había adjudicado la responsabilidad de los homicidios más recientes.
En un comunicado el lunes, el ELB sólo dijo que inflingió duras pérdidas a las fuerzas de seguridad en ataques en la provincia. Las fuerzas armadas y el gobierno de Pakistán no comentaron de momento sobre esa afirmación. El grupo suele proporcionar cifras exageradas de las bajas de soldados.
Los separatistas suelen pedirle a las personas sus credenciales de identificación, y luego secuestran o matan a las que son externas a la provincia. Muchas víctimas recientes provenían de la vecina provincia de Punjab.
Uzma Bukhari, portavoz del gobierno provincial de Punjab, denunció el lunes los homicidios más recientes. Dijo que los “ataques son un asunto de seria preocupación”, y exhortó al gobierno provincial de Baluchistán a “incrementar las labores para eliminar a los terroristas del ELB”.
El ministro del Interior, Mohsin Naqvi, dijo en un comunicado que las fuerzas de seguridad en Baluchistán respondieron a los ataques más recientes el lunes matando a 12 insurgentes. Dijo que las autoridades darían a conocer quién está detrás de estos ataques tras completar una investigación, pero hizo notar que “los terroristas y sus facilitadores no tendrán ningún lugar para ocultarse” en el país.
El presidente Asif Ali Zardari, el primer ministro Shehbaz Sharif y el ministro Naqvi emitieron comunicados por separado en los que calificaron el ataque en Musakhail de “salvaje” y se comprometieron a que los responsables no escaparán de la justicia.
Más tarde, Naqvi también condenó los homicidios en Qalat.
En mayo, hombres armados balearon de muerte a siete peluqueros en Gwadar, una ciudad portuaria de Baluchistán.
En abril, separatistas mataron a nueve personas tras secuestrarlas de un autobús en una carretera de Baluchistán, y los atacantes también mataron a dos personas e hirieron a seis en otro automóvil al que obligaron a detenerse. El ELB se adjudicó la responsabilidad de esos ataques en ese momento.
Syed Muhammad Alí, un analista de seguridad que radica en Islamabad, dijo que los homicidios más recientes de personas que no residen en Baluchistán son un intento de los separatistas de afectar a la provincia en lo económico.
Alí le dijo a The Associated Press que la mayor parte de esos ataques son llevados a cabo con el objetivo de debilitar económicamente a Baluchistán, e hizo notar que “el debilitamiento de Baluchistán significa el debilitamiento de Pakistán”.
Dijo que los ataques de insurgentes podrían obstaculizar el trabajo de desarrollo que se realiza en la provincia.
Con frecuencia, los separatistas de Baluchistán han asesinado a trabajadores y a otras personas de la región del Punjab en el oriente del país, parte de una campaña para obligarlos a irse de la provincia, que desde hace años experimenta una insurgencia de baja intensidad.
La mayor parte de ese tipo de homicidios previos han sido adjudicados al grupo proscrito y a otros que exigen independizarse del gobierno central en Islamabad. El Talibán paquistaní también tiene presencia en la provincia, y está vinculado de cerca con el ELB.
En otro ataque por separado el lunes en la provincia noroccidental Khyber Pakhtunkhwa, una bomba a un costado del camino mató a cuatro personas y causó heridas a otras 12 en el distrito de Waziristán del Norte, dijo Abid Khan, funcionario de la administración local.
El Talibán paquistaní, conocido como Tehreek-e-Taliban Pakistan, es un grupo separado pero aliado del Talibán afgano, que se apoderó del gobierno en Afganistán en 2021 luego de que las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN estaban en las etapas finales de su salida del país tras 20 años de guerra.