Hillary Clinton evita cargos por emails, pero no las críticas del FBI

  • Agencias

La aspirante presidencial demócrata Hillary Clinton (i) durante un acto electoral junto al casino Taj Mahal (propiedad de su rival Donald Trump) en Atlantic City, Nueva Jersey.

Aunque el caso ha sido cerrado, las críticas del director del FBI, que describió a la candidata demócrata como "extremadamente descuidada" con información sensible, podría restar puntos a sus aspiraciones presidenciales.

Hillary Clinton puede respirar más tranquila luego de evitar cargos que pudieron acabar con sus aspiraciones presidenciales, aunque las críticas del FBI sobre sus correos electrónicos podría igualmente complicar una campaña cada vez más ajustada frente a Donald Trump.

La fiscal general, Loretta Lynch, anunció este miércoles haber aceptado la recomendación del FBI de cerrar la investigación.

La decisión de no procesar a Clinton por usar un servidor privado de email cuando era secretaria de Estado quitó a los republicanos el punto de inflexión de las elecciones que tanto ansiaban.

"No creo que haya sido una exoneración total, pero probablemente fue lo mejor que hubieran podido esperar", dijo Jeanne Zaino, profesora de Ciencias Políticas en el Iona College, en Nueva York.

"Deben estar agradeciendo a su buena estrella que las cosas no hayan sido peores".

Clinton fue interrogada por agentes durante el feriado de la independencia de Estados Unidos, y el FBI anunció sus conclusiones el martes, cuando muchos votantes estaban todavía de vacaciones o relajándose, no pegados a las noticias.

Pero si Clinton esquivó una bala, las críticas públicas del director del FBI, James Comey, pueden presagiar una guerra política aún más dura en el camino a la elección de noviembre, advierten analistas.

Comey dijo que 110 correos contenían información clasificada, en tanto Clinton afirmó que ninguno de ellos tenía contenido clasificado al momento de ser escrito.

Asimismo, el director del FBI describió a la candidata demócrata como "extremadamente descuidada" con información sensible y dijo que sus emails podrían haber sido hackeados. En rigor, todas malas noticias.

"Eso quedará en la cabeza de mucha gente", dijo Zaino.

"¿Va a descarrilar su campaña? No. ¿Tendrá un impacto de largo plazo? Probablemente no".

"El daño será que los republicanos puedan utilizar esto para levantar el ánimo de sus bases y aumentar el número de votantes, y en alguna medida quitar a los demócratas algún apoyo en el Senado y en lo alto del partido", dijo.

El lado positivo para Clinton, coinciden los analistas, es que compite contra un hombre aún más criticado, con opiniones incluso más cuestionadas y que representa un partido que hasta ahora no se ha unido detrás suyo.

"Ellos (los republicanos) tendrían que crear el escenario de que Hillary Clinton sea tan peligrosa que la gente que no votaría contra ella, cambie y vote por Trump. Eso no es fácil de hacer", dijo Zaino.

Trump se apoyó en las conclusiones del FBI para calificar a Clinton como mentirosa y afirmar que el sistema está amañado, trazando un desafortunado paralelo con David Petraeus, exjefe de la CIA, que se declaró culpable por malos manejos de información clasificada.

El magnate republicano, que nunca desempeñó un cargo público, está casi cinco puntos detrás de Clinton, según un sondeo de Real Clear Politics.

"Tiene mucha suerte de competir con un hombre con más problemas", dijo a la AFP el analista político Stuart Rothenberg. "Ella es mala, él peor".

Desde que el escándalo de los correos surgió el año pasado, los críticos lo han interpretado como una evidencia más de que es deshonesta, mientras que sus seguidores insisten en que no hizo nada ilegal, y que fue objeto de una caza de brujas de los republicanos.

"No cambia demasiado la campaña", dijo Rothenberg.

"A menos que fuera procesada, a menos de que hubiera un Departamento de Justicia que creyera que incurrió en un comportamiento delictivo, en realidad ya todo el daño fue hecho".

Si compitiera frente a un republicano como el carismático presidente de la Cámara Paul Ryan, el imperturbable moderado John Kasich o incluso Mitt Romney, que perdió dos veces con Barack Obama, los efectos colaterales habrían sido peores, dicen expertos.

La campaña de Clinton publicó rápidamente un comunicado en el que se declara "satisfecha" por la decisión de cerrar el caso, mientras que la candidata pasó la tarde del martes vestida de rosado, sonriente durante su primera aparición en campaña con Obama.

Sin mencionar en ningún momento al FBI, el presidente ofreció un elocuente apoyo a su exrival, afirmando que ningún hombre o mujer está tan calificada para el cargo.

Julian Zelizer, profesor de historia y asuntos públicos en la Universidad de Princeton, señala que el "lenguaje bastante duro" de Comey provocará más preguntas sobre la actuación de Clinton pero dudó de que pueda tratarse de algo decisivo.

"Tal vez ayude un poco a Trump. Si no te gusta él, ella tampoco te gustará más, si eres un republicano", dijo Zelizer.

"Lo que creo es que la declaración general aún la ayuda y consolida el apoyo que sigue teniendo, incluso si es crítica, aunque de nuevo ella se beneficia del hecho de que Trump sea su oponente y que hay muchas preguntas sobre su criterio".