La deficiente labor de mantenimiento realizada por la empresa estatal Aguas de La Habana ha desencadenado una serie de problemas, desde la escasez de agua potable hasta la proliferación de fugas de agua limpia y residuales en varias zonas de la capital cubana, según testimonios llegados a Martí Noticias.
En el municipio Arroyo Naranjo, María Morejón, una vecina afectada, ha denunciado la constante presencia de aguas residuales en su comunidad.
Según Morejón, esta situación comenzó después de que se realizaran reparaciones mal hechas en una tubería principal en la calle Atlanta de ese municipio.
“Es un salidero de agua albañal ahí y es constante, mañana, tarde y noche. Hay una peste tremenda, y aquí en la cuadra hay muchos niños, lo que representa un riesgo de infección”, comentó Morejón.
La vecina dijo que la situación higienico-sanitaria se deteriora en la zona. "Uno no puede estar aquí: mosquitos, jejenes, ahí hay de todo”.
Las autoridades cubanas informaron esta semana que la isla vive una crisis epidemiológica compleja, con más de 400 casos de Oropouche, un arbovirus que se transmite, precisamente, por la picadura de mosquitos como el jején. También prolifera el Dengue en varias localidades de la isla.
A pesar de que la reparación se ha intentado en varias ocasiones, el problema sigue sin resolverse, lamentó la mujer.
La situación no es muy diferente en el Vedado, uno de los barrios más conocidos de La Habana. Desde hace más de un mes, los residentes de las calles 15 y A han estado enfrentando una falta total de agua en sus viviendas, debido a fallas en el sistema de bombeo, exacerbadas por cortes de electricidad.
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Lizeth, una residente de la zona, relata cómo se ha visto obligada a improvisar soluciones temporales utilizando mangueras proporcionadas por la empresa Aguas de La Habana, con la esperanza de que, en algún momento, se les asigne un camión cisterna para abastecerse de agua.
“Yo tengo una anciana de 105 años encamada. Lo que hago es llenar pomos de agua de los vecinos para poder cocinar, pero limpiar es imposible”, manifestó Lizeth.
Ivonne Bofill, otra habanera del reparto Veracruz, en San Miguel del Padrón, también se encuentra entre las afectadas. La falta de agua ha sido tal que, incluso, ha paralizado la producción de pan en su comunidad.
“Imagínese, no hay pan porque no hay agua desde hace una semana”, lamentó Bofill.
Al contactar con la oficina territorial de Aguas de La Habana, en San Miguel del Padrón, la inspectora Yusneli confirmó a Martí Noticias que los motores de bombeo siguen fuera de servicio y que se están esperando unos cables provenientes del extranjero para proceder con la reparación.
“Todavía no han llegado donde tienen que llegar”, explicó la empleada de la empresa estatal.
Desesperanzada por la falta de solución al problema del agua potable en su comunidad Bofill, concluyó: “A ver, uno puede resistir, pero ya están pidiendo demasiado, a mi entender. A lo mejor yo estoy equivocada y necesitamos resistir más".