Tras la rotura de la Cuenca Sur, el tiempo de espera para el suministro de agua en varias zonas de La Habana se duplicó y en algunas todavía no se recibe el vital líquido, reportaron a Radio Martí varios de los afectados.
“Cada dos días entra el agua. Antiguamente entraba todos los días por la noche, y en otros lugares por el día, lógicamente. Por lo menos lo que es el área de Galeano hasta Velazcoaín está entrando el agua cada dos días”, corroboró María López, una de las afectadas.
“Eso es una tarifa y ya. No es que usted gastó tantos litros, le robaron más cuanto y lo multiplican por tanto, no. Gastas o no gastas, eso es lo que te toca”, agregó López, quien intercambia diariamente con otros afectados, mientras vende artículos por las calles de La Habana.
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En otros municipios habaneros la frecuencia de suministro del agua se extiende hasta dos días. “No en todos los municipios se comporta de la misma manera”, advierte el periodista independiente Pablo Morales.
El periodista explicó que algunos problemas se aliviarían si los vecinos de estos lugares pudieran realizar modificaciones al sistema hidráulico de sus casas o construir tanques, pero a la mayoría no les alcanza el bolsillo.
“La propia ciudadanía, por la precariedad en la que vive, no tiene tampoco los recursos, ni el Estado ha puesto todo el herraje disponible a precios accesibles para que la ciudadanía pueda acometer todo estos trabajos dentro de sus casas”, dijo Morales.
Este plan de emergencia en curso en La Habana por el colapso de una de las principales líneas de abasto que ha dejado sin agua a cerca de un millón de habaneros, disparó otra vez la alarma sobre los graves problemas de infraestructura que enfrenta el gobierno de Raúl Castro.
Incluso el sector del turismo resultó afectado. Los hoteles más importantes están concentrados en La Habana Vieja y Plaza de la Revolución, dos de las zonas más afectadas. Pero, en la medida de lo posible, las instalaciones turísticas son priorizadas para el abasto de agua.
La comunicadora independiente Martha Beatriz Roque considera ofensivo que en los hoteles para el turismo no falte el agua, mientras la población carece de ella.
“Hay personas en la capital que aún no tiene agua potable en su casa”, dijo Roque. “Si los turistas vienen al país hay que tenerles agua en las habitaciones de los hoteles; hay que tenerles electricidad, etcétera. Todo eso se lo quitan al pueblo”.
Además de la rotura de la Cuenca Sur, las tuberías rotas, los salideros y la falta de gestión del gobierno para solucionar el problema están entre las razones por las que la escasez de agua se ha convertido en un problema nacional.
Hasta finales de abril reportes de prensa en Cuba señalaban que en 10 provincias del país los embalses están por debajo del 50% de llenado, y más de un millón de personas podrían estar severamente afectadas.
(Nota redactada por Lizandra Díaz Blanco, basada en un reportaje de radio de Adriel Reyes)