En la tienda La Experimental hay filtraciones de aguas albañales provienentes de las viviendas que se encuentran en el piso de arriba del local.
Un reporte de Juliet Michelena Día de la Red Cubana de Comunicadores deja al descubierto las condiciones en que se encuentra el establecimiento estatal “La Experimental” (Mercado Artesanal el Industrial) situado en Calzada de Güines, municipio San Miguel del Padrón, La Habana.
La reportera ciudadana señala que en La Experimental hay filtraciones de aguas albañales provienentes de una tubería colocada en el interior de una de sus paredes y que pertenecen a las viviendas que se encuentran en el piso de arriba del local.
En el área afectada por el salidero de agua existen cables eléctricos, los cuales se mojan constantemente poniendo en riesgo a las personas que entran a adquirir algún producto, destaca la reportera.
Según Michelena la administradora de la tienda dijo que ya hace más de un mes que tienen esa filtración y desde esa fecha la Empresa de Servicios Comunales prometió enviar un plomero para reparar la tubería "pero aún no lo ha hecho".
La tienda no ha dejado de funcionar a pesar del peligro que representan los cables eléctricos mojados y la contaminación de las aguas infestadas, que las personas pisan.
Mientras llega el plomero la administradora ha puesto un recipiente para poder acumular parte del líquido derramado desde el piso de arriba, destaca Michelena en su reporte.
La reportera ciudadana señala que en La Experimental hay filtraciones de aguas albañales provienentes de una tubería colocada en el interior de una de sus paredes y que pertenecen a las viviendas que se encuentran en el piso de arriba del local.
En el área afectada por el salidero de agua existen cables eléctricos, los cuales se mojan constantemente poniendo en riesgo a las personas que entran a adquirir algún producto, destaca la reportera.
Según Michelena la administradora de la tienda dijo que ya hace más de un mes que tienen esa filtración y desde esa fecha la Empresa de Servicios Comunales prometió enviar un plomero para reparar la tubería "pero aún no lo ha hecho".
La tienda no ha dejado de funcionar a pesar del peligro que representan los cables eléctricos mojados y la contaminación de las aguas infestadas, que las personas pisan.
Mientras llega el plomero la administradora ha puesto un recipiente para poder acumular parte del líquido derramado desde el piso de arriba, destaca Michelena en su reporte.