En Cuba han ocurrido al menos 24 feminicidios este año, según la compilación de organizaciones independientes defensoras de los derechos femeninos.
La plataforma YoSíTeCreo en Cuba informó, este martes, en su perfil de Facebook que al finalizar junio de 2022 se habían registrado 18 muertes violentas de mujeres por razones de género y 6 más en julio.
Los proporcionados por los grupos independientes son datos extraoficiales, por tanto, se trata de un subregistro a partir de denuncias e indagaciones en la isla. Las estadísticas oficiales más recientes son de 2016.
“Yo sí creo que han aumentado los feminicidios. Por todas las señales que ha dado la convivencia sostenida por las cuarentenas durante este tiempo y todo lo que esto ha conllevado, la imposibilidad de no vivir con los maltratadores, etcétera”, indicó en conversación con Radio Televisión Martí, la activista Martha María Ramírez.
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“Sí me queda claro que hay un momento de las denuncias que está relacionado con la inoperancia, la ineficacia, la complicidad del Estado cubano, un Estado feminicida, un Estado que no hace caso. Muchas de las mujeres cubanas víctimas de feminicidio habían logrado salir de las relaciones de violencia machista e, incluso, rehacer sus vidas con otras parejas afectivas y habían hecho denuncias de que fueron amenazadas", dijo.
"Entonces", añadió, "ha habido complicidad del Estado porque no han funcionado ni los chivatos del barrio, ni la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) ni el Comité de Defensa de la Revolución (CDR), ni ninguna estructura. Y eso, no solo con las mujeres que han sido víctimas de feminicidio, también con sus hijas”.
Una solicitud de Ley Integral contra la Violencia de Género, entregada en noviembre de 2019 a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), recibió como respuesta, tres meses más tarde, que la norma jurídica que demandan no está contemplada en el Programa Legislativo del Parlamento a ejecutarse hasta 2028.
“A nosotras [las mujeres en general] ya nos calificaron como ciudadanas de cuarta categoría cuando dijeron que podíamos esperar al 2028 por una ley. El Estado cubano se precia, sigue diciendo que las infancias le interesan cuando esto no es cierto. Es imposible que las infancias le importen si no le importan las madres, que somos las que sustentamos este país y su sistema patriarcal, sin opción”, agregó Ramírez.
Durante el período, YoSíTeCreo verificó cinco intentos de asesinatos a mujeres por razones de género y un asesinato vicario o violencia por sustitución, que es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos, en especial, de sus hijos.
Ramírez señaló que debido a lo obsoleto del sistema institucional cubano para prevenir y enfrentar los feminicidios es ineludible insistir en que “el Estado cubano tiene que decretar una alerta nacional por feminicidios y otra por desapariciones, antes de que las cosas vayan a peor”.
“Estas cifras que se están manejando son solo un subregistro. La verdadera historia está sumergida, acallada por los miedos de los familiares, por la falta de redes, por la censura, además, por la presión que ejercen las autoridades sobre los familiares para que no denuncien en redes sociales y que esperen, confíen y resistan a que el Estado siga en su inoperancia y su falta de sensibilidad y de compromiso con las mujeres cubanas, con las familias cubanas”, puntualizó la activista.
Por otra parte, Ramírez se refirió a un romance del famoso cantautor cubano Silvio Rodríguez que ha salido a la luz recientemente.
La actriz chilena Úrsula Achterberg hizo público un affaire que mantuvo a los 15 años, a fines de la década del 90, con Silvio Rodríguez, que contaba, ya entonces, con 47 años.
La confesión que colocó a Silvio Rodríguez en el candelero fue hecha el sábado 30 de julio en un programa de Chilevisión: “La verdad es que yo estuve bien enamorada de Silvio (…) él también se enamoró de mí”.
“En Cuba está tan naturalizado el tema del matrimonio infantil. Está además contenido en el Código familiar de 1975. La gente debe saber que, de no votar el código [nuevo] o de abstenerse, esta es una de las cosas que no cambiaría en Cuba, la situación, sobre todo, de las niñas cubanas que pueden ser canjeadas, vendidas, intercambiadas, incluso dentro de un proceso de naturalidad en el que ellas piensan como Úrsula que estaban muy enamoradas de un hombre que les llevaba 32 años. No quiero vivir en un país que tenga naturalizado esto, ni que siga estando naturalizado entre las mujeres”, precisó.
“Obviamente Úrsula no es cubana, no es un fenómeno solo cubano, pero en Cuba está dentro de las posibilidades legales. No puedo simpatizar con una relación dispar en la edad, y para mí, una relación violenta. No necesito saber detalles, siempre es una relación violenta porque fue en una etapa (adolescencia, pubertad, como quiera llamársele) en la que las mujeres ni siquiera han terminado su desarrollo, ni su aparato reproductivo, ni su cuerpo, ni su cabeza, ni su psiquis. Siguen siendo niñas”, recalcó Ramírez.