"Alan no está bien. Cinco años de reclusión le están costando. Ha perdido parte de la visión en su ojo derecho y le falta un diente. Cojea debido a problemas en sus caderas", dijo su abogado a periodistas.
Alan Gross, el subcontratista estadounidense encarcelado en Cuba, ha prometido que regresará a los Estados Unidos dentro de un año "vivo o muerto " e insta a la Casa Blanca para que intervenga en su liberación, dijo su abogado el miércoles.
En una entrevista realizada en La Habana, Scott Gilbert, abogado de Gross dijo a NBC News que después de más de cuatro años en la cárcel, su cliente no puede enfrentar una década tras las rejas.
"Alan no está bien. Cinco años de reclusión le están costando. Ha perdido parte de la visión en su ojo derecho y le falta un diente. Cojea debido a problemas en sus caderas. Ha perdido cerca de 110 libras (alrededor de 50 kilos)", dijo Gilbert a periodistas.
"Alan dijo inequívocamente que cumplirá 65 años el 2 de mayo y que será el último cumpleaños que celebra en La Habana. Alan está muy frustrado, pero sigue esperanzado. Es una persona muy decidida", agregó.
Gross, de 65 años, perdió 11 kilos durante una huelga de hambre de nueve días a principios de este año, pero la suspendió a petición de su madre. No estaba claro si su promesa significaba que podría emprender otro ayuno voluntario.
"También es un hombre muy decidido, y Alan habla en serio cuando dice que si dentro de un año esta situación se soluciona, regresará con su familia. De lo contrario, regresará muerto", dijo Gilbert.
La cancillería estadounidense manifestó su preocupación y la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, precisó que la salud, bienestar y seguridad del contratista Alan Gross, están en sus pensamientos todos los días, por esos trabajan día a día para tenerlo nuevamente en casa.
Gross, un subcontratista de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), fue detenido en 2009 al intentar establecer una red en línea para los Judios en La Habana.
Fue condenado a 15 años de prisión por actividades subversivas. Gilbert dijo que los funcionarios cubanos han reiterado su oferta para iniciar conversaciones sobre la posible liberación de Gross, sin condiciones previas, pero EE.UU. se ha resistido.
Gross convive en una celda con otros dos hombres, dijo su abogado. Él tiene derecho a dos llamadas telefónicas breves a la semana y sus comidas son "limitadas y malas”, dijo.
"Él no puede soportar otro año de este régimen de aislamiento", dijo Gilbert.
En una entrevista realizada en La Habana, Scott Gilbert, abogado de Gross dijo a NBC News que después de más de cuatro años en la cárcel, su cliente no puede enfrentar una década tras las rejas.
"Alan no está bien. Cinco años de reclusión le están costando. Ha perdido parte de la visión en su ojo derecho y le falta un diente. Cojea debido a problemas en sus caderas. Ha perdido cerca de 110 libras (alrededor de 50 kilos)", dijo Gilbert a periodistas.
"Alan dijo inequívocamente que cumplirá 65 años el 2 de mayo y que será el último cumpleaños que celebra en La Habana. Alan está muy frustrado, pero sigue esperanzado. Es una persona muy decidida", agregó.
Gross, de 65 años, perdió 11 kilos durante una huelga de hambre de nueve días a principios de este año, pero la suspendió a petición de su madre. No estaba claro si su promesa significaba que podría emprender otro ayuno voluntario.
"También es un hombre muy decidido, y Alan habla en serio cuando dice que si dentro de un año esta situación se soluciona, regresará con su familia. De lo contrario, regresará muerto", dijo Gilbert.
La cancillería estadounidense manifestó su preocupación y la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, precisó que la salud, bienestar y seguridad del contratista Alan Gross, están en sus pensamientos todos los días, por esos trabajan día a día para tenerlo nuevamente en casa.
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Gross, un subcontratista de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), fue detenido en 2009 al intentar establecer una red en línea para los Judios en La Habana.
Fue condenado a 15 años de prisión por actividades subversivas. Gilbert dijo que los funcionarios cubanos han reiterado su oferta para iniciar conversaciones sobre la posible liberación de Gross, sin condiciones previas, pero EE.UU. se ha resistido.
Gross convive en una celda con otros dos hombres, dijo su abogado. Él tiene derecho a dos llamadas telefónicas breves a la semana y sus comidas son "limitadas y malas”, dijo.
"Él no puede soportar otro año de este régimen de aislamiento", dijo Gilbert.