Las grabaciones realizadas durante una reunión de funcionarios brasileños que preparaban los documentos del programa Más Médicos, celebrada meses antes del lanzamiento del mayor proyecto social impulsado en el primer mandato del gobierno de Dilma Rousseff, dejan ver el interés de enmascarar la ayuda destinada a Cuba.
Según revela el diario de Sao Paulo Jornal da Band, de la Red Bandeirantes, la decisión de contratar a los médicos cubanos, más de 9.000, no se debió exclusivamente a llevar asistencia sanitaria a las poblaciones más desfavorecidas del país, sino que habría sido una medida populista meditada con el doble propósito de ayudar al Gobierno cubano.
La grabación, que se puede escuchar en el siguiente vídeo, fue realizada en 2013, justo después de las manifestaciones que tuvieron lugar en Brasil reclamando cambios. En esos momentos, el Gobierno de Dilma Rousseff trataba de encontrar un modo de relanzar su popularidad de cara a las elecciones que se realizarían un año después.
Según este medio de comunicación, en la reunión –de la que se ha filtrado el audio– estuvieron presentes tres asesores del Ministerio de Salud: Rafael Bonassa, asesor del gabinete del Ministro; Alberto Kleiman, responsable del área internacional; y Jean Kenji Uema, jefe de la asesoría jurídica. Junto a estos, también estaba en el encuentro Mary Alice Fortunato Barbosa, coordinadora del programa Más Médicos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), quien muestra su preocupación porque se haga evidente la preferencia del Gobierno federal por los médicos cubanos, que actualmente representan el 79% de los profesionales del programa.
La filtración demostraría, según las conversaciones, que Brasil puso en marcha Más Médicos para promover un acuerdo bilateral encubierto y enviar a la isla ayuda económica sin tener que darla a conocer a la población, lo que habría restado votos y popularidad al Gobierno.
En la grabación se escucha cómo la representante de la OPS propone "vestir" esta iniciativa como un programa abierto a médicos de otros países, aunque en realidad sólo se destinó el 0.13% de los fondos asignados para el primer año de Más Médicos a profesionales que no fueran cubanos.
En la reunión, Mary Alice sostiene que en la definición del acuerdo y los documentos para poner en marcha el programa "el Gobierno no puede mencionar el nombre de Cuba, porque de lo contrario va a demostrar que estamos fomentando una relación bilateral".
"Asesores" cubanos disfrazados de doctores
Otro de los puntos que tratan en esta reunión es el de los enviados por el Gobierno de Cuba para vigilar que los médicos en Brasil no desertaran. Concretamente se trataba de 50 "asesores" cuya función era permanecer al lado de los galenos y cuya presencia no iba a ser bien recibida.
Para ello se optó por una solución, incluirlos como personal médico en la misión. La funcionaria de la OPS explica a los presentes que el mejor método "si son 50 asesores y 9.000 médicos" sería este: "voy a poner 9.050 becarios médicos en el acta del acuerdo". Así se evitarían suspicacias.
También se aborda el tema del salario que Cuba pagaría a los médicos con dinero procedente de las arcas brasileñas. En la grabación, el representante del Ministerio de Salud, Alberto Kleiman, explica que quien determinó el valor fue un asesor internacional de la Presidencia, de nombre Marco Aurelio García. Según éste, se estipuló que fuese el "60% para el gobierno y el 40% para el médico".
En un principio, el salario de los médicos cubanos en Brasil era de $400, más otros $600 depositados en una cuenta en Cuba. Luego aumentaron a $645 en Brasil, más el depósito de $600 que antes se les guardaba en Cuba, para un total de $1.245 mensuales.
Según datos recientes, hasta diciembre de 2014 había en Brasil 14.462 profesionales trabajando en el programa Más Médicos, de los cuales 11.429 eran cubanos (casi un 80%).