A cinco días del congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba, el periódico Granma omite las voces que piden conocer y debatir los documentos que definirán el futuro de la nación. En su lugar, refuerza la dieta ideológica que cada vez cuesta más digerir a los cubanos.
De su edición de ocho páginas de este lunes, Granma –órgano oficial del Gobierno– dedica cinco a reforzar su discurso anticapitalista y antiestadounidense.
El diario abre su edición impresa con una cita del gobernante Raúl Castro de 2012 sobre el rol del partido comunista y un artículo contra el "neoliberalismo".
"Nunca podemos dejar de recordarle a las nuevas generaciones cuánto esfuerzo histórico costó esta Revolución, cuyo corazón es el partido", dijo a Granma Joel Pérez, un militante de la provincia de Cienfuegos.
Otro artículo retoma al apóstol José Martí para arremeter con lo que catalogan como "campaña mediática estadounidense".
Granma cierra con la primera parte de una serie titulada "Aquellos primeros días de abril", en que echa mano a la historia para retomar viejos rencores contra exiliados cubanos que optaron en la década de 1960 por realizar acciones armadas para derrocar al Gobierno de Fidel Castro.
El diario no se refiere a las quejas de ciudadanos y militantes que pugnan por conocer y poder debatir los documentos que guiarán la reunión, donde deberá definirse la hoja de ruta económica, política y social de los próximos cinco años.
Contrario a lo que ocurrió en el congreso del 2011, en que fue aprobado un plan de más de 300 reformas económicas dirigidas al mercado, el secretismo ha primado en los prepartivos de esta reunión.
"Mi insatisfacción radica en la falta de discusión de sus documentos centrales –hasta hoy secretos–, tanto en las organizaciones de base del Partido, como con el resto de la ciudadanía, lo cual califiqué también públicamente como un retroceso en relación con anteriores procesos políticos", escribió Francisco Rodríguez, bloguero y periodista de Trabajadores.
Rodríguez pidió que se postergara el congreso, a lo que rápidamente Granma respondió con otro artículo en el que sin aludir a la demanda de Rodríguez y de otras voces, descartó de plano una eventual postergación alegando "mantener la periodicidad establecida".
En buen cubano: "Se la comieron"
Pero el artículo no dijo que los cubanos debieron esperar 14 años del quinto al sexto congreso por razones que no fueron convincentes.
Granma alude a fines de marzo a que "más que desplegar, a mitad de camino, un nuevo proceso de debate a escala de toda la sociedad, lo que corresponde es terminar lo iniciado".
El periódico defiende el actual proceso alegando que los documentos del congreso, al que asisten 1.000 militantes, fueron elaborados por decenas de funcionarios, investigadores de las ciencias económicas y sociales y profesores.
"Pensé que este artículo iba a terminar con la noticia de que los documentos saldrían en forma de tabloide o, al menos, PDF para bajar en los club de computación", escribió José, en un comentario en la edición digital de Granma el 27 de marzo.
"Se la comieron, cómo vamos a saber lo que se debatió, aunque no soy militante quiero saberlo ya que las decisiones que se tomen en el congreso van (a) incidir de una forma u otra en la vida de todos", exigió un lector que se identificó como "legolaselfo".