Kenia supone que médicos cubanos secuestrados hace dos años están vivos; Cuba dice que no hay nada nuevo (VIDEO)

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Cubanos secuestrados en Kenia conocían la amenaza yihadista de Al Shabab (Video)

Cuando se cumplen dos años del secuestro de dos médicos cubanos en Kenia por terroristas del grupo yihadista somalí Al Shabab, el gobierno de Kenia ofrece esperanzas de que el cirujano Landy Rodríguez Hernández y el especialista en medicina general Assel Herrera Correa estén vivos.

Pero la embajada de Cuba en Nairobi dice que no hay novedades que anunciar sobre el secuestro.

"No tenemos nada nuevo", se limitó a contestar el embajador cubano, Ernesto Gómez Díaz, a una petición de la agencia española EFE sobre el estatus de la investigación.

Sin embargo, el portavoz del Gobierno keniano, Cyrus Oguna, dijo en entrevista con EFE que "el esfuerzo colaborativo para que estos doctores sean liberados" supone una "indicación de que están vivos".

"Estamos trabajando con nuestros vecinos y socios para garantizar su liberación segura", de manera que "puedan reunirse con sus familias", declaró el vocero.

Las posiciones que ocuparon estos dos cubanos en el Mandera County Referral Hospital eran consideradas “delicadas” por las propias autoridades de Salud de este país.

El 12 de abril de 2019, Rodríguez y Herrera se desplazaban, como de costumbre, en un convoy al hospital, con escoltas armados, cuando fueron interceptados por supuestos militantes de Al Shabad. En el tiroteo falleció uno de los policías que velaba por su seguridad.

Aunque Kenia movilizó al Ejército y la Policía para perseguir a los secuestradores, sus efectivos "fracasaron en dar una respuesta eficaz al ataque, y Al Shabab tuvo todo el día para trasladar a los dos doctores secuestrados a Somalia", recordó a EFE en una entrevista anterior el consultor de seguridad Andrew Franklin, un exmarine estadounidense afincado en Nairobi desde 1981.

En una entrevista publicada en el verano de 2018, que tras ser destinado a trabajar en Mandera, el cirujano Rodríguez Hernández, comentó a la televisión local, que buscó en Internet datos sobre el lugar y supo que estaba bajo asedio de los rebeldes islamistas.

“Sé que es un condado muy peligroso por los ataques de Al- Shabaab”, declaró sonriente el médico de Placetas a sólo un mes de haber llegado a Kenia.

Estados Unidos reconoce desde 2008 a Al- Shabaab como una organización terrorista que busca convertir a Somalia en un estado fundamentalista islámico.

Aunque las autoridades han negado que los secuestradores hayan exigido un rescate por los médicos, la prensa keniana reportó en mayo de 2019 que un grupo de líderes ancianos de Kenia y Somalia se desplazó a la región somalí de Jubaland, controlada por Al Shabab, para negociar la libertad de los cubanos.

Los líderes aseguraron haber visto a los doctores con vida y prestando asistencia médica a la comunidad local entre los pueblos de Buale y El-Ade, y precisaron que los secuestradores exigieron una recompensa de 1.5 millones de dólares a cambio de su liberación.

El chofer de los médicos cubanos fue acusado de cometer un acto terrorista, secuestro, obtención falsa del registro de conducción y presencia ilegal en ese país.

Issack Ibrein Robow nunca intentó maniobrar o escapar cuando los secuestradores los atacaron, dijo un investigador forense al tribunal, informó en 2019 un reporte del Daily Nation.

Según el detective Arphaxad Nguka, las ruedas del vehículo que usaban los médicos y sus guardias seguían marcadas en la carretera lo cual es una señal de que el conductor "nunca intentó escapar porque las llantas estarían enfrentadas a ambos lados si lo hubiera intentado".

Oficiales de seguridad y civiles junto al auto donde secuestraron a los médicos cubanos.

Tras la reconstrucción de la escena del crimen, Nguka dijo que estaba claro que el conductor pudo intentar escapar de sus atacantes.

"Había suficiente espacio a ambos lados de la carretera para que el conductor de la camioneta doble escapara, pero nunca intentó utilizar ese espacio", afirmó Nguka.

El investigador añadió que el tiroteo en la escena apuntaba a un objetivo específico, el oficial de policía en el asiento del copiloto, quien murió en el acto.

"Al menos cinco balas apuntaban al asiento del copiloto, lo que significa que los asaltantes conocían el objetivo”, señaló.