El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC el martes firmaron un acuerdo clave que permite resarcir a las víctimas del conflicto armado y dispusieron la creación de tribunales especiales para excombatientes, una vez que las dos partes alcancen un pacto de paz definitivo.
Después de más de medio siglo de confrontación armada y tres negociaciones precedentes frustradas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos parecen listos para renunciar a las armas y poner fin a un conflicto que ha dejado unos 220.000 muertos.
El acuerdo, que alude al tema de la agenda denominado "Reparación o compensación a las víctimas del conflicto armado en Colombia", incluye la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición.
"En cumplimiento de nuestro compromiso de poner a las víctimas en el centro del acuerdo (...), el gobierno nacional y las FARC acordamos crear el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición" de violencia, dijeron las partes en un comunicado emitido el martes.
El acuerdo, que corona año y medio de discusiones, define el trato que recibirán los responsables de delitos de lesa humanidad bajo un sistema jurídico especial que será creado como parte del proceso de paz y que incluye penas alternativas de reclusión.
También otorga amnistía para los guerrilleros que no estén implicados en delitos atroces, como secuestro, violencia sexual, ejecuciones fuera de combate y que sólo estén acusados de levantarse en armas contra el Estado.
"No serán objeto de amnistía ni indulto ni beneficios equivalentes los delitos de lesa humanidad, el genocidio, los graves crímenes de guerra, entre otros graves crímenes y violaciones a los Derechos Humanos", señala la declaración.
El acuerdo fue suscrito por Iván Márquez y Humberto de la Calle, jefes de los equipos negociadores de las FARC y el Gobierno, respectivamente, en presencia de representantes de las víctimas, que viajaron a La Habana a presenciar el histórico pacto.
"Los colombianos tenemos una muy buena noticia para el mundo. No es retórica decir que el anuncio del acuerdo sobre el reconocimiento de los derechos de las víctimas pronostica el posible fin del conflicto y el advenimiento de una paz firme", celebró De la Calle durante el acto.
Las negociaciones, que las partes se comprometieron a cerrar con un pacto final no más allá del 23 de marzo de 2016, han logrado más avances que los esfuerzos previos, con acuerdos en el acceso a la tierra a los campesinos pobres, la lucha contra el narcotráfico, el desminado, la transformación de la guerrilla en un partido político, justicia y la búsqueda de desaparecidos.