¿Ganancias o respeto a derechos humanos?: una polémica en las ligas deportivas

Equipos de la NBA jugando en Shanghai, China, en 2016. (Aly Song / Reuters).

La lucrativa relación entre la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) y la República Popular de China se ha visto afectada en los últimos años por alegaciones de abuso en las academias de instrucción que patrocinó en el año 2016 la NBA en tres ciudades del gigante asiático.

Según un nuevo informe de la cadena televisiva de deportes, ESPN, el problema sale a la luz pública gracias a informaciones divulgadas por los entrenadores americanos que han participado como instructores en esas academias.

Los reportes arrojan detalles de abuso físico hacia los estudiantes chinos por parte de los instructores asiáticos, las condiciones de vida brutales para los integrantes de estas academias, hostigamiento policial a los entrenadores estadounidenses y falta de oportunidades de aprendizaje formal para los jóvenes que participan en esos centros de instrucción, esto después de que el propio comisionado de la NBA Adam Silver mencionó el tema de la educación como “una pieza fundamental de las academias”.

Caricatura de Radio Free Asia

Se detalla en los informes que una de las academias estaba situada en la provincia de Xinjiang, al extremo noroeste de China, precisamente donde se encuentran recluidos cerca de un millón de musulmanes uigures en campamentos de concentración.

“Las alegaciones del reportaje de ESPN son preocupantes”, dijo en un comunicado Mark Tatum, vicecomisionado a cargo de operaciones internacionales de la NBA.

La NBA cerró su academia en Sinkiang en junio del 2019 pero Tatum se negó a especificar la razón del cierre. Por su parte, el gobierno chino no ha respondido al informe.

El senador de la Florida Rick Scott declaró en un comunicado que “el vínculo entre la NBA y las violaciones de derechos humanos por parte del Partido Comunista de China es más estrecho de lo que pensábamos. Los reportes sobre las violaciones en las academias de la NBA en China son asquerosos. Y el hecho de que la NBA no se dio por enterado por tanto tiempo es horripilante”.

A mediadas de julio del 2020, el secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció que Estados Unidos iba a rechazar la solicitud de visado a tres altos funcionarios de Beijing como castigo por el trato que reciben en China los uigures y otros musulmanes turcomanos en Xinjiang. La NBA no ha emitido comentarios al respecto.

HONG KONG Y NBA

Las tensiones entre la NBA y China comenzaron el año pasado cuando el gerente general del equipo de los Houston Rockets, Daryl Morey, desencadenó una guerra diplomática con el régimen chino al lanzar un tuit que decía - “lucha por la libertad, ponte de pie con Hong Kong”.

Daryl Morey, gerente de los Rockets de Houston

El mensaje de Morey respaldaba al movimiento pro democracia de Hong Kong, el cual estaba efectuando colosales protestas contra el gobierno autoritario chino en su intento por controlar a la antigua colonia británica.

Las declaraciones del gerente Morey recibieron una respuesta inmediata del gobierno comunista. La Asociación China de Baloncesto suspendió de inmediato toda cooperación con la franquicia de la NBA de Houston.

Igualmente, la cadena de televisión China, CCTV5, y el socio digital de la NBA en China, Tencent Sports, suspendieron las transmisiones de los partidos de los Rockets. Según ambas empresas, la audiencia de chinos sintonizando a la NBA la temporada previa fueron 500 millones.

La corporación Tencent pagó a la NBA una suma de 1.5 mil millones de dólares en el 2019 por la exclusividad de transmitir los juegos por las redes sociales en los próximos cinco años. La compañía NBA China, una rama de la NBA, fue valorada por 5 mil millones de dólares en el 2019 por la revista Sports Business Journal.

“Dada la inmensidad de las cifras que rodean los negocios entre la NBA y China, el comisionado Silver rápidamente pidió excusas al gobierno chino, le comentó Isaac Stone Fish, profesor de la Universidad de Nueva York (NYU) especializado en relaciones China-EEUU a la publicación National Review.

El comisionado de la NBA declaró que “los comentarios del señor Morey no representaban las opiniones de la liga”. Daryl Morey eliminó el comentario de Twitter a las 24 horas de haberlo publicado en su cuenta. También ofreció una explicación por su opinión comentando que existían datos de que él no manejaba el tema, y que "su intención no fue ofender a nadie”.

La mayoría de los jugadores de la NBA tampoco apoyaron a Morey. El día después de haberse publicado dicho tuit, el ganador del premio del jugador más valioso de la liga en el 2018 y quien militara además en el equipo de Houston, James Harden, declaró a las cámaras de ESPN : “Lo sentimos mucho. Ustedes saben cuánto nosotros los queremos. Nos encanta jugar en China”.

HISTORIA DE DDHH Y CONTRATOS DEPORTIVOS

La NBA abrió una oficina en Beijing por primera vez en 1992. Para los comienzos del nuevo milenio, la NBA empezaba a jugar juegos de exhibición en China y al mismo tiempo comenzaba un experimento para incrementar el interés por el baloncesto en el país asiático. La figura estelar del equipo nacional chino, Yao Ming, comenzó a jugar en la NBA en el año 2002. Midiendo siete pies, seis pulgadas, el gigante asiático se convirtió en un jugador estrella de la liga profesional americana.

Yao Ming

Y mientras que los fanáticos americanos aplaudían al talentoso jugador oriundo de Shanghai, el gobierno comunista chino le estaba cobrando a Yao el 50% de su salario, que incluía lo que ganaba como jugador más todas sus ganancias por anuncios y patrocinios. Irónicamente el equipo de Yao por nueve campañas de la NBA fue los Rockets de Houston.

Jugadores de la NBA en China

En los Estados Unidos, la NBA se ha destacado como una liga precursora en exigir derechos humanos y justicia social dentro del país. Cuando se reanudaron los juegos de baloncesto después de meses sin partidos por la pandemia del COVID-19, las canchas donde se juegan los partidos en Orlando tienen la insignia “Black Lives Matters” claramente inscrita en los tabloncillos por encima del logo de la propia liga. Esto fue una de las peticiones del sindicato de los jugadores de la NBA cuando estaban negociando el retorno a la temporada. Sin embargo, no se nota el mismo cuidado o preocupación por parte de los jugadores de la NBA por los derechos de ciudadanos chinos o del cualquier otro país totalitario del mundo.

Esta polémica plantea una discusión sobre la postura que deben tener las instituciones deportivas cuando se enfrentan a situaciones donde existen conflictos entre riqueza económica y respeto a los derechos humanos.

El caso de la NBA y China también se aproxima en comparación con la relación que se acordó entre las grandes ligas de béisbol profesional estadounidense y la Federación Cubana de Béisbol.

El presidente Obama en el Estadio Latinoamericano.

En el 2014, el presidente Barack Obama reevaluó y comenzó a reestructurar la política de Estados Unidos hacia Cuba. En un comunicado de prensa, Obama justificó su cambio de política de esta forma: “No espero que los cambios que estoy anunciando hoy traigan una transformación de la sociedad cubana de la noche a la mañana. Pero estoy convencido de que, a través de una política de compromiso, podemos defender más eficazmente nuestros valores y ayudar al pueblo cubano a ayudarse a sí mismo a medida que avance el siglo XXI”.

Como parte de este acercamiento, el gobierno de Obama reconoció a la Federación Cubana de Béisbol como una entidad independiente dentro de un país donde existe un sistema totalitario. Esto le permitió a la liga de béisbol profesional estadounidense (MLB) llegar a un acuerdo con la agrupación cubana sin violar las restricciones del embargo.

Para el comentarista de deportes de Radio Televisión Martí José “Pepe” Campos, “la noción o, mejor dicho, la excusa de que el convenio entre MLB y Cuba era para prevenir el tráfico humano de los peloteros cubanos que llegaban a los estados unidos es ridícula. El hecho es que la dictadura quería negociar a peloteros igual que hacen con los médicos”.

El acuerdo entre Estados Unidos y Cuba para libremente contratar a los peloteros cubanos incluía un pago al gobierno cubano del 25% del valor total del atleta. El acuerdo, dijeron los líderes del MLB, fue creado para eliminar el tráfico humano que existía con los peloteros de la isla.

Sin embargo, la administración de Donald Trump argumentó luego que los jugadores son utilizados como peones por parte del gobierno cubano, y por lo tanto desestimó el acuerdo cuatro meses después de firmado.