Aunque el monopolio estatal de comunicaciones cubano ETECSA no ha anunciado oficialmente los precios del servicio de Internet en los hogares cubanos, varios medios de prensa reportan que el monto oscilaría entre los 15 y los 115 CUC, en dependencia de la velocidad de conexión.
Fuentes cercanas a ETECSA aseguran que 256 kbps costarán 15 CUC; 512 kbps, 50 CUC; 1Mbs, 70 CUC y la más alta, 2 Mbs, 115 CUC, todas estas ofertas por 30 horas mensuales, publicó el portal de noticias sobre Cuba Progreso Semanal.
El 6 de enero, Martí Noticias publicó una nota sobre el creciente interés de los cubanos por saber el precio con que saldría al mercado el internet en los hogares.
Una de las fuentes consultadas adelantó ofertas similares a las publicadas por Progreso Semanal: 15 CUC por 128 kilobytes, 30 CUC por 256 kilobytes, 50 CUC por 512 kilobytes, 70 CUC por 1 megabyte y 115 CUC por 2 megabytes.
Para un salario promedio de 25 CUC en la isla, estos precios serían accesibles solo para quienes tengan una entrada adicional de dinero, como las remesas de familiares en el exterior, o negocios privados.
La publicación indica que una vez consumidas las horas del contrato, podrán mantener activo el servicio mediante la compra de tarjetas Nauta. Además, las fuentes citadas adelantan que próximamente Nauta Hogar pueda cargarse desde el extranjero.
El plan piloto, que beneficia actualmente a 2.000 personas residentes en la Habana Vieja, funcionará hasta el 28 de febrero a 256 kbps gratuitamente. Los usuarios podrán solicitar entonces mantener el servicio en sus hogares.
Quienes ahora experimentan el plan piloto dicen que el servicio tiene sus altibajos, momentos de conexión estables y otros en que les resulta imposible acceder a Internet, pero el sentimiento general es de entusiasmo por esta nueva opción.
Hasta la llegada dle plan piloto, solo personas con autorización gubernamental, como académicos, periodistas y médicos, disponían en sus hogares de acceso a Internet y correo electrónico. El resto de las opciones para conectarse a la red de redes se resumía a los puntos Wi-Fi, implementados por el gobierno en lugares públicos, las salas de navegación de ETECSA y redes alternativas creadas por cubanos entusiastas.
El caso más destacado de estos últimos es la red SNET que inicialmente se extendía varios kilómetros a lo largo y ancho de Ciudad Habana, pero desde mediados de 2016 se reporta que llegó hasta varios municipios de la provincia de Mayabeque.
Esta red interna fue posible gracias a los conocimientos y recursos de jóvenes informáticos que trabajaron conjuntamente para enlazar los municipios usando equipos inalámbricos, como los novedosos mikrotik y los ya probados nanostation.
Los equipos como nanostation y mikrotik, así como los switches, tienen un alto precio en Cuba. Su importación es prohibida y sólo se pueden adquirir en el mercado negro de la isla.
¿Por qué las tiendas estatales no comercializan módems y otros equipos electrónicos?
Esta pregunta se la hacen tres jóvenes cubanos, en un reportaje reciente del periodista Adriel Reyes, de Radio Martí. La venta de estos equipos facilitaría que más cubanos se conectaran a Internet.
“Ni modem ni router, ni mucho menos un nanostation para la distribución de Internet. Estos equipos donde se logran conseguir es por la calle”, confirma el habanero Jean Pierre.
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Otro joven, Félix Llerena, aseguró que se trata de un mecanismo de control del gobierno.
“Las redes también son controladas por ellos. Tú no puedes crear una red, entonces escamotean los módems. Para tú tener red, tienes que pedirles autorización a ellos. Tienes que cumplir X requisitos para ellos dejarte a ti tener una red montada en tu barrio”, asegura Félix Llerena, Ileana Hernández)
Ileana Hernández, quien residió en España por años y regresó a la isla a participar activamente en el grupo opositor Somos +, cree que el gobierno de Castro solo retrasa lo inevitable.
“Tienen mucho miedo a que el pueblo tenga un acceso a Internet. Entonces están intentando por todos los medios retrasar ese momento”, dijo.
(Con información de Progreso Semanal, y la colaboración de Adriel Reyes)