Funcionarios del Ministerio del Interior, el Ministerio de Transporte y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba visitan esta semana Estados Unidos para reunirse con funcionarios de la Guardia Costera y recorrer instalaciones portuarias como parte del Programa Internacional de Seguridad Portuaria.
Dicho programa tiene la meta de reducir el riesgo para los intereses marítimos de Estados Unidos, incluidos los puertos y barcos, y facilitar el comercio marítimo seguro a nivel mundial.
“Visitas recíprocas como ésta ocurren con muchos de nuestros socios internacionales en todo el mundo”, dijo en un correo electrónico a Radio Televisión Martí, un funcionario del Departamento de Estado. “Esta coordinación no es nueva, ni representa un cambio en la política estadounidense”.
“La Guardia Costera de Estados Unidos y la Guardia Fronteriza de Cuba han tenido una relación de colaboración durante décadas que se enfoca ante todo en la seguridad marítima. La visita más reciente de una delegación cubana como parte del Programa Internacional de Seguridad Portuaria tuvo lugar en 2019”, dijo el portavoz.
La delegación cubana se reunirá con sus homólogos de la Guardia Costera estadounidense y participará en visitas supervisadas a las instalaciones portuarias de Carolina del Norte.
El portavoz concluyó diciendo que “le han comunicado a los funcionarios cubanos que no pueden esperar una relación sustancialmente mejorada con los Estados Unidos sin abordar las preocupaciones de derechos humanos”.
Además recordó que Washington ha hecho reiteradamente un llamado al gobierno cubano, en público y en privado, a que libere inmediata e incondicionalmente a todos los presos políticos.
Mientras tanto, varios legisladores de Estados Unidos han criticado duramente al Departamento de Estado por permitir esta visita.
El representante por la Florida, el republicano y cubanoamericano Carlos Giménez, junto con los representantes Mark Green, presidente del Comité de Seguridad Nacional, Michael McCaul, presidente del Comité de Asuntos Exteriores y María Elvira Salazar, presidenta del Subcomité del Hemisferio Occidental y también de origen cubano, envió una carta al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, expresando su preocupación por las implicaciones para la seguridad nacional de Estados Unidos de permitir acceso a instalaciones del gobierno federal a funcionarios de un gobierno con un conocido servicio de inteligencia extranjera adversario.
Los legisladores señalaron que Cuba “no sólo sigue siendo un Estado Patrocinador del Terrorismo con Corea del Norte, Irán y Siria, designado por Estados Unidos, sino que también Cuba sigue siendo una amenaza de contrainteligencia”.
En otro comunicado, el representante republicano por la Florida, el cubanoamericano Mario Díaz-Balart, dijo que "cooperar en seguridad portuaria con esta dictadura antiamericana y maligna, que ha demostrado su apoyo a grupos terroristas como el ELN y las FARC, así como a adversarios como la China comunista, Rusia, Maduro e Irán, es extraordinariamente imprudente y peligroso". Añadió que está "horrorizado" por la decisión de permitir esta visita.
Por su parte, el senador cubanoamericano Marco Rubio, republicano por la Florida, en una carta al presidente Joe Biden, le pidió que cancelara la visita, expresando que “extender una invitación a agentes de inteligencia cubanos a instalaciones sensibles de seguridad nacional es un incumplimiento del deber que traiciona el juramento de proteger a Estados Unidos de enemigos extranjeros”.