El número de cubanos que se registraron en Florida para recibir asistencia pública bajó drásticamente después que se dio por terminada una política de inmigración en enero, indicaron el miércoles autoridades del estado.
En un reporte del diario Tampa Bay Times, el Departamento de Niños y Familias de Florida precisó que el promedio mensual de cubanos registrándose para asistencia cayó a menos de 550 desde junio hasta octubre.
Eso es apenas el 10 por ciento de los 5.400 que se estaban registrando cada mes como promedio antes de que Barack Obama pusiese fin a la política conocida de "pies secos" en una de sus últimas medidas como presidente. La política permitía que la mayoría de los cubanos que llegaban sin documentos al país se quedaran si llegaban a tierra firme.
La asistencia, que es desembolsada a través del Departamento de Niños y Familias (DCF) y la Administración del Seguro Social (SSA), comprende, por cada individuo:
- US$194 mensuales durante tres meses, renovable a seis
- US$170 mensuales en ayuda alimentaria durante tres meses, renovable a seis
-US$6.500 (aproximadamente) por seguro médico y dental durante 6 a 10 meses para los adultos
Además, los menores tienen derecho al programa de ayuda médica para personas de bajos ingresos Medicaid, hasta que alcancen los 19 años, mientras que las personas mayores de 65 años pueden acceder a $730 de Ayuda Suplementaria (SSI) durante sus primeros siete años en el país tras obtener la residencia legal (al año y un día).
Lo que queda de la excepcionalidad cubana
La Ley de Ajuste Cubano aprobada en 1966 permitía a cualquier cubano que llegara a aguas o tierras americanas, o incluso fuese rescatado por los guardacostas en el mar, permanecer en los Estados Unidos y convertirse en residente permanente.
El presidente Bill Clinton modificó esa práctica en 1995, después de alcanzar acuerdos migratorios con Cuba, e instauró la política de "pies secos/pies mojados" que establecía que los cubanos tenían que llegar a tierra estadounidense.
En los últimos años de la administración de Obama, a medida que las relaciones con Cuba mejoraban y surgían rumores de que esta política de puertas abiertas terminaría, el número de cubanos que se acogieron al programa de ayuda aumentó.
Si bien los refugiados no tienen que registrarse en el DCF de Florida, Lourdes Mesías de Lutheran Services Florida, una agencia que ayuda a los recién llegados, dijo al Tampa Bay Times que "el 99.9 por ciento" lo hace, ya que son los "primeros auxilios que obtienen hasta que consiguen empleo".
En general, en el año fiscal 2016 ─el último año completo bajo la política de “pies secos”─ casi 55.000 refugiados cubanos se registraron con esa entidad gubernamental.
En el año fiscal 2017 que terminó en septiembre la cifra disminuyó a poco menos de 27.000, aunque alrededor de 16.200 llegaron en los últimos tres meses de la vigencia de “pies secos”.
En general, solo los inmigrantes categorizados como refugiados y solicitantes de asilo tienen acceso inmediato a la ayuda del gobierno. Pero bajo la Ley de Ajuste Cubano los de la mayor de las Antillas pueden solicitar la residencia al año y un día de permanecer en EE.UU, y no tienen que cumplir requisitos exigidos a otros inmigrantes como haber entrado por un puerto legal, demostrar una razón familiar o laboral para la residencia o no ser una carga pública.
En 2016, la Oficina de Presupuesto del Congreso informó que la eliminación de la asistencia inmediata del gobierno a una franja tan grande de refugiados cubanos ahorraría $ 2.450 millones en 10 años.
El número de refugiados cubanos debe continuar descendiendo este año fiscal, anticipa el diario tampeño.
La embajada de Estados Unidos en La Habana ha dejado de emitir visas a los cubanos, en respuesta a misteriosos ataques contra los diplomáticos estadounidenses estacionados en la isla.
Los cubanos ahora deben solicitar visas a través de embajadas en terceros países, pero deben hacerlo en persona, un requisito costoso teniendo en cuenta que en la isla el salario medio todavía no rebasa los 30 dólares mensuales.
El Tampa Bay Times estima que, hasta que se resuelva el problema, las llegadas de cubanos probablemente disminuirán al nivel de una gotera.
(Con información del Tampa Bay Times y AP)