Con el lema “Silencia al régimen con tu flash drive”, dos organizaciones, una dedicada a los derechos (Human Rights Foundation) y la otra (Forum 280) a explorar los retos de las sociedades, se unieron para recopilar flash drives y enviarlos a Corea del Norte.
La campana advierte que aceptan todo tipo de memorias USB que funcionen, no importa la capacidad, color o marca. Los organizadores se encargan de borra las memorias y llenarlas con películas y libros para ser “introducidas de forma secreta en Corea del Norte” y como aseguran “los ciudadanos tienen la oportunidad de poner en duda la propaganda de Kim Jong-Un y tomar posición”.
Las memorias USB son indispensables contenedores de información para millones de personas alrededor del mundo —especialmente para quienes viven en Corea del Norte, dice la página encargada de la promoción.
Y Corea del Norte, a la que consideran “la sociedad más aislada del mundo” esas “memorias USB son valiosas herramientas educativas y de descubrimiento”.
Afirman que los norcoreanos, que viven “en una sociedad sin internet, con censura absoluta de parte del gobierno y sin medios independientes” dependen de esas memorias que les envían “con películas, libros y contenido de internet, son ventanas al mundo exterior”.
Recuerda el llamado que “algunos norcoreanos escaparon la dictadura de su país y encontraron la libertad en Corea del Sur. Ahí, se establecieron en grupos civiles dedicados a enviar información, cultura, y conocimiento de vuelta a sus familias, amigos y vecinos”.
La donación, para el caso de los estadounidenses, es deducible de los impuestos.