La Fiscalía General de la República advirtió este jueves a los organizadores de la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba que de insistir en manifestarse el 15 de noviembre serán encausados por varios delitos.
Un comunicado de esta entidad recuerda que el 12 de octubre las autoridades cubanas denegaron la solicitud presentada por activistas de la plataforma Archipiélago y otros grupos de la sociedad civil cubana para efectuar marchas en ocho provincias del país, por considerarlas ilícitas.
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"Teniendo en cuenta la intención expresada públicamente por los promoventes de mantener la convocatoria, la Fiscalía General de la República, este jueves 21 de octubre, inició el apercibimiento a varios ciudadanos que, de incumplir la decisión de las referidas autoridades, incurrirían en los delitos de desobediencia, manifestaciones ilícitas, instigación a delinquir u otros previstos y sancionados en la legislación penal vigente", indica una nota oficial.
La Fiscalía expresó que su actuación se sustenta en el artículo 156 de la Constitución y citó además la Ley 83 de 1997, que en su artículo 7, establece entre sus objetivos: "preservar los derechos e intereses legítimos de los órganos, instituciones y dependencias estatales, contribuir a la prevención del delito y otras conductas antisociales, al fortalecimiento de la disciplina social y a la educación de los ciudadanos en la observancia consciente de las normas jurídicas".
Si los organizadores del 15N salen a la calle pese a la negativa de las autoridades, enfrentarán "consecuencias legales por promover y realizar marchas ilícitas", declaró a la prensa la vicefiscal jefa de la Fiscalía Provincial de La Habana, Yahimara Angulo.
La funcionaria añadió que la advertencia de este jueves se sustenta en el artículo 156 de la Constitución, referido a funciones de la Fiscalía como "velar por el estricto cumplimiento de la Carta Magna".
Angulo no aceptó preguntas de la prensa.
“Esto a mí me da la idea de que es una amenaza que viene desde el poder”, dijo a los periodistas que esperaban en la salida de la Fiscalía Provincial de La Habana, al dramaturgo Yunior García Aguilera, uno de los principales promotores de la marcha.
“No percibo que haya una sola institución del país donde nací que se ponga del lado nuestro, del lado del ciudadano, que ni somos mercenarios, ni estamos recibiendo órdenes de ninguna parte; estamos, simplemente, mostrando abiertamente una diferencia de opinión, de criterio, de perspectivas sobre el país que soñamos y queremos construir”, agregó el representante de Archipiélago.
Horas después de la citación en Fiscalía, la plataforma cívica reafirmó su decisión de salir a la calle el 15 de noviembre en un comunicado en redes sociales.
"Hoy el poder autoritario ha demostrado explícitamente y en toda su magnitud su rostro dictatorial, empleando a la Fiscalía para amenazar e intimidar a los ciudadanos, cuando su rol legal se basa en cuidar el ejercicio de la legalidad y el derecho constitucional. Los miembros de Archipiélago hemos decidido marchar, solo nos quedan nuestros cuerpos, el poder quiere cortar nuestras ganas de hacer camino a la democracia", señala el texto.
"Reafirmamos que la Marcha Cívica por el Cambio es propiedad intransferible del Pueblo Cubano, de todo hijo de nuestra nación donde quiera que esté. El autoritarismo podrá apresar a los moderadores de la Plataforma, pero no los deseos de cambio y libertad de todo un pueblo. Marchemos el 15 de noviembre, porque el futuro tiene que ser distinto, seamos todos protagonistas del Cambio", concluye el comunicado.
Antes del encuentro con las autoridades, al anunciar que varios miembros de la plataforma que agrupa a más de 28 mil cubanos habían sido citados por la Fiscalía, García Aguilera escribió en Facebook:
"No somos ese rosario de adjetivos con los que intentan descalificarnos. No llegamos en paracaídas para sembrar el caos y la hecatombe. Somos el fruto de nuestra realidad, dura y cruda. Somos como cualquiera que hace colas y corre detrás de una guagua y compra café por la izquierda, como cualquiera que comprende lo mala que está "la cosa" y usa malas palabras singularmente nuestras. Pero hay algo distinto, ya no nos funciona la muela oficialista de continuismos obedientes ni dogmas irrevocables. Nos toca a nosotros hacer que la palabra revolución vuelva a significar Cambio, y que la Soberanía al fin sea nuestra, de los ciudadanos".
"Pase lo que pase mañana, nos vemos el 15, con dignidad y civismo", concluyó el activista.