Una acusación presentada el miércoles por fiscales del gobierno federal de Estados Unidos alega que una compañía de medios vinculada a seis influencers conservadores, incluidos Tim Pool, Dave Rubin y Benny Johnson, fue financiada en secreto por empleados de medios estatales rusos para producir videos en inglés que "a menudo eran consistentes" con el "interés del Kremlin en amplificar las divisiones internas de EEUU para debilitar la oposición de EEUU" a los intereses rusos, como su guerra en Ucrania.
El Departamento de Justicia de EEUU no alega ninguna irregularidad por parte de los influencers, algunos de los cuales, dice, recibieron información falsa sobre la fuente de financiación de la empresa.
En cambio, acusa a dos empleados de RT, una empresa de medios estatal rusa, de canalizar casi 10 millones de dólares a una empresa de creación de contenido con sede en Tenesí para contenido amigable con Rusia.
Después de que se anunciaron las acusaciones, tanto Pool como Johnson emitieron declaraciones en las redes sociales, que Rubin retuiteó, diciendo que eran víctimas de los presuntos delitos y que no habían hecho nada malo.
"Todavía no sabemos qué es verdad, ya que estas son solo acusaciones", dijo Pool. "Putin es una basura".
En su publicación, Johnson escribió que hace un año se le había pedido que proporcionara contenido a una "startup de medios". Dijo que sus abogados negociaron un "acuerdo estándar, en condiciones de plena competencia, que luego fue terminado".
Kostiantyn Kalashnikov y Elena Afanasyeva están acusados de conspiración para cometer lavado de dinero y violación de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros. Están prófugos y no quedó claro si tenían abogados.
Los funcionarios estadounidenses han advertido previamente sobre el uso por parte de Rusia de estadounidenses involuntarios para influir en las elecciones de 2024, pero la acusación del miércoles es la descripción más detallada de esos esfuerzos hasta la fecha.
En un foro el jueves, el presidente ruso Vladimir Putin pareció sugerir en broma que apoyaría a la vicepresidenta Kamala Harris en las próximas elecciones estadounidenses, pero funcionarios de inteligencia han dicho que Moscú tiene preferencia por Donald Trump, informó la agencia Prensa Asociada.
Con el declive de los medios de comunicación tradicionales, como los periódicos, y los límites a la publicidad directa en las plataformas de redes sociales, los influencers desempeñan cada vez más un papel clave en la política y en la formación de la opinión pública.
Tanto el Partido Republicano como el Demócrata invitaron a decenas de personas influyentes a sus respectivas convenciones nacionales este verano. Pero con pocos o ningún requisito de divulgación sobre quién financia el trabajo de los influencers, el público está en gran medida a oscuras sobre quién está impulsando los mensajes en línea, dijo Prensa Asociada.
Aunque la acusación no nombra a la compañía con sede en Tenesí, los detalles coinciden con Tenet Media, una compañía de medios en línea que se jacta de albergar "una red de comentaristas heterodoxos que se enfocan en temas políticos y culturales occidentales".
Los seis principales influencers de Tenet Media tienen más de 7 millones de suscriptores en YouTube y más de 7 millones de seguidores en X.
(Basado en artículos de Prensa Asociada y CNN)