La Casona de Birán, una recurva turística para Fidel Castro

Vista de la casa natal los Castro en Birán, Holguín.

A estas alturas, la noticia de la muerte de Fidel Castro ha puesto sobre el tapete todas las aristas sobre el siniestro personaje de la región Oriental de Cuba. La edificación, la Casona en que nació el que liderara la más antigua dictadura militar en Occidente, es un fuego fatuo, un museo venido a menos, un lugar al que peregrinarán poco a poco, menos intrusos.

A finales de los años ’80 era común oir que decenas de trabajadores viajaran un sábado o domingo a la Casa-Museo de Birán para recorrer las habitaciones, ver prendas y fotografías de la ‘humildad’ y el lugar santo donde había nacido el autodenominado líder de la revolución cubana, pero a fuerza de cansancioprimero, los tours proletario fenecieron, luego, entrado el periodo especial, fueron los turistas, los nostálgicos europeos y latinoamericanos que se llegaban hasta el santuario verdeolivo, ubicado en el poblado de Birán, antigua municipalidad de Mayarí. La Casona, dejó de ser parte del capítulo del manual para idiotas nacionales y se convirtió en lugar de peregrinación de los autorizados.

Estudiantes, jóvenes comunistas y aprovechados de toda laya encontraron en un sitio aun llano como Birán un lugar a donde ir a depositar sus nostalgia, sus pretensiones por hacerse saber seguidores de las ideas fidelistas. A fin de cuentas, el accidentado camino por la carretera a Mayarí, fuere desde Holguín o Santiago, suponía menos gastos energéticos y económicos que la ya gastada subida de los Cinco Picos (por la trepada al Pico Turquino en el corazón de la Sierra Maestra.

A la reconstrucción de 1977 le siguieron los remiendos de 1985 y el remozamiento de 1998, según testigos del viejo barrio de Birán. Sin embargo muchos echaban en cara que “la tierra de Fidel” estuviera abandonada. Con el barrio sin agua, la carretera no fue pavimentada mayormente hasta mediados de 2008 por una empresa constructora de obras militares, y casi hasta 2009 hubo solo una decena de teléfonos residenciales en la zona.

En 2007 pusieron al servicio de los viajeros entre Birán y Holguín, la capital provincial, un ómnibus nuevo y pintado con letreros en franca adulonería con los jerarcas militares. Algo así como “La tierra de Fidel y Raúl no fallará”, a lo que la gente agregaba a modo de sorna: “la tierra no, pero la guagua sí”.

Si Santa Ifigenia guarda los restos de Castro, quizá el nacionalismo acendrado de los cubanos lo haga perdurar por algún tiempo, pero los precedentes de otros dictadores y la suerte que corrieron sus mausoleos, son un adelanto de lo que le pudiera ocurrir al dictador cubano.

Un tiempo después de la caída del régimen comunista búlgaro en noviembre de 1989, la momia de Dimitrov fue extraida en secreto y quemada en un basurero. El entonces gobierno de derechas declaró: "Este monumento horroroso tiene que ser destruido junto con el odioso totalitarismo que simboliza".