Feministas aprecian pocos avances en la lucha contra la violencia de género en Cuba

Víctima de violencia de género reciben ayuda de la organización independiente Red Femenina de Cuba.

La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) reconoció que al menos 16 mil mujeres y niñas, pertenecientes a casi 10 mil familias, " viven en situación de violencia" en la isla.

Aunque las autoridades cubanas han admitido la existencia de la violencia de género en la sociedad cubana, aún queda mucho que andar para su enfrentamiento eficaz, señalan organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la observación de este flagelo.

"No son suficientes las estrategias y políticas públicas", pero "hay un avance por parte del régimen, porque, discretamente, ha reconocido el feminicidio en Cuba", aunque "se han atribuido un hallazgo que ya está en observación y seguimiento desde varios observatorios que pertenecen a la sociedad civil independiente cubana", dijo a Martí Noticias desde Santa Clara Sara Cuba, una de las coordinadoras de la Alianza Cubana por la Inclusión.

La Federación de Mujeres Cubanas (FMC), en la voz de su secretaria general, Teresa Amarelle Boué, informó en una entrevista reciente con el periódico oficial Granma que ha identificado a más de 16 mil mujeres y niñas en la isla, pertenecientes a 9,579 familias, "que viven en situación de violencia".

“¿Y qué políticas públicas, entonces, se estarían ejecutando por parte de la Federación de Mujeres Cubanas con relación a esto? No existe una Ley Integral contra la violencia de género, algo que el activismo independiente, de manera constante, le ha estado exigiendo a la Federación de Mujeres Cubanas”, cuestionó, desde La Habana, Marthadela Tamayo, gestora de iniciativas como la Red Femenina de Cuba.

“Además, peticiones básicas muy concretas como la transparencia de los datos, como que los funcionarios públicos que tratan las denuncias por motivos de género en las estaciones policiales tengan la formación que se requiere para atender las víctimas, y que las víctimas salgan en calidad de víctimas, porque muchas veces lo que pasa es que salen en calidad de victimarias”, indicó la activista.

En noviembre de 2022, grupos feministas independientes impulsaron una campaña para exigir a las autoridades cubanas una Ley integral contra la violencia de género, que obligaría al Estado a implementar políticas para eliminar la violencia contra las mujeres sin importar su posición política, orientación sexual e identidad de género, creencia religiosa, raza, ni edad y, por la cual, quienes atenten contra este derecho serían castigados.

“El régimen confirmó que un total de 110 mujeres habían muerto a manos de sus parejas en el año 2023 y dos funcionarias de la Federación de Mujeres Cubanas reconocieron el aumento de los casos de violencia, pero se continúa sin usar el término de feminicidios, el cual implica la responsabilidad del Estado cubano y de sus propias instituciones sobre estos casos de violencia extrema que se están viviendo en Cuba”, apuntó Tamayo.

La investigadora mexicana Marcela Lagarde acuñó que la diferencia entre los términos femicidio y feminicidio está en que el primero se refiere a la privación de la vida a la mujer por su pertenencia de género, y el segundo incluye al Estado como generador de condiciones al mantener situaciones de vulnerabilidad que hacen posible el asesinato de una mujer.

Amarelle Boué aseguró, en sus comentarios al vocero del Partido Comunista, que el conteo es «una herramienta clave para la prevención a nivel comunitario» y que se trabaja en evaluar el impacto de la legislación y las políticas públicas respecto a las mujeres.

La funcionaria no precisó cuáles políticas públicas se han instrumentado en Cuba, ni para cuándo serían una realidad.

Al respecto, Tamayo, considera que, de acuerdo con los datos aportados por la organización estatal, el 91,4% de las cubanas mayores de 14 años pertenecen a ella, pero “en la práctica, el trabajo que la Federación de Mujeres Cubanas realiza tiene un impacto nulo”.

“El único trabajo que realiza es el de pedir esa cuota burocrática, esa cuota económica a las mujeres que forman parte de esa organización, pero realmente no hay políticas públicas, no hay un trabajo continuo, de sistematicidad, ni de seguimiento", dijo la activista.

El Programa de Adelanto de la Mujer (PAM) se aprobó por el Consejo de Ministros en octubre de 2021 para “combatir” la discriminación y la violencia en todas sus manifestaciones.

“La FMC, en este caso su máxima autoridad, hace mención a la estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género, pero los bloques de cuadras, en la mayoría de los casos, desconocen las estrategias, incluso desconocen el plan de adelanto”, señaló Sara Cuba.

“Por otra parte, y lo hemos podido percibir porque estamos en la comunidad, en constante contacto con mujeres de nuestra localidad, no saben, simplemente, qué es la violencia de género, y la mayoría de las mujeres ha vivido en algún momento de su vida cualquier manifestación de esta forma de violencia”, recalcó la activista villaclareña.

En julio de 2024, el Gobierno cubano aprobó la creación de un registro nacional de “atención, seguimiento y monitoreo” de la violencia machista en la Isla, pero no ha publicado la información que recopila a medida que suceden los hechos.

La agencia de prensa española EFE analizó que, en consonancia con los datos proporcionados por las autoridades, Cuba cerró 2023 con una tasa de 2.16 feminicidios por cada 100 mil mujeres, lo que ubica al país en el sexto más alto de toda América Latina y el Caribe, si se compara con los registros de asesinatos machistas del Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de 2022, último año disponible.

“Ese es el panorama que se vive en Cuba. Entonces hay que hablar con claridad sobre el tema, hay que usar la terminología correcta”, concluyó Tamayo.