Después de siete años secuestrada por el grupo terrorista de las FARC en Colombia, la también ex candidata presidencial Ingrid Betancourt cree que esa fuerza violenta necesita un espacio en la política de su país.
"No podemos ser tan egoístas de pensar que vamos a acabar esta guerra metiendo a todo el mundo a la cárcel y cerrándoles las puertas a aquellos que han luchado por tener una voz. Esa voz hay que dárselas y eso se consigue en las elecciones. Esto es más importante que tener armas y que a través de ellas se hagan oír", dijo en entrevista con el diario colombiano El Tiempo.
Betancourt habló de la posibilidad de participar directamente en los procesos de paz, los que calificó de una coyuntura especial: "En cada reunión, en cada foro y en cada declaración se debe tratar de reflexionar sobre cómo apoyar este proceso, que ha madurado mucho y nos va llenando de esperanza. Todos somos socios en ese proyecto y debemos jugárnosla porque se consolide".
Precisamente, en referencia a lo que piensan los colombianos de los participantes en los procesos de paz, Betancourt refirió que cada uno debe aprender a confiar, y que "la confianza no es algo que nazca con uno, sino que es una decisión y propósito".
En franca referencia a la posibilidad de un alto al fuego por parte del grupo ilegal armado, afirmó: "lo que estamos hablando y diciendo es con el ánimo de dejar de estar contando muertos", advirtió desde Francia, donde ha vivido tras su liberación.
Finalmente, Ingrid Betancourt reflexionó sobre la participación de los jóvenes en la vida guerrillera y la búsqueda porque estos se reincorporen a la vida civil, al igual que las mujeres que componen esa fuerza ilegal, que provenían de la prostitución y el camino que tendrían por delante en caso de un cese al fuego definitivo por ambas partes del conflicto nacional.