El régimen de Cuba anunció la pretensión de renovar su asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH) para el período 2024-2026.
El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, presentó el martes la candidatura en un discurso, pronunciado en Ginebra, en el que habló de las "desigualdades, pobreza, hambre" que proliferan fuera de Cuba y culpó al embargo de Estados Unidos de los males que sufren los cubanos.
“La verdad que no sorprende que se haya presentado porque lo hace, consistentemente, desde que se creó el Consejo porque el mecanismo lo permite”, recalcó el abogado Brian Schapira, ex Subsecretario de Protección y Enlace Internacional en Derechos Humanos de Argentina.
Los miembros del Consejo pueden ser elegidos por un período de tres años y reelegidos por tres años más. No podrán optar a la reelección inmediata después de dos mandatos consecutivos. En el caso de Cuba, tras concluir los dos períodos, se espera un año y se vuelve a presentar.
“Debería haber países que hagan público su voto en contra, porque Cuba no cumple con los estándares que exige la Resolución 60 de la Asamblea de la ONU, que es la que regula el ingreso al Consejo”, subrayó el también consultor jurídico del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).
La Resolución 60 /251 establece que “el Consejo será responsable de promover el respeto universal por la protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas, sin distinción de ningún tipo y de una manera justa y equitativa”.
En este sentido, Schapira argumentó que “Cuba tiene un comportamiento que no es de compromiso con el sistema de Naciones Unidas y que, además, cuando vota en el seno del Consejo siempre vota alineado a otras dictaduras de todo tipo y color”.
“La verdad es que en Cuba hay violaciones de derechos humanos en forma permanente y está a la vista con la cantidad de presos políticos que hay y con la imposibilidad de ejercer la libertad de expresión, la libertad de manifestación, de asociación. Tampoco se respetan los derechos laborales”, dijo el experto en Derecho Internacional.
En su alocución, Rodríguez Parrilla afirmó que los gobernantes cubanos continuarán "perfeccionando el Estado socialista de derecho y justicia social", y el modelo socialista de desarrollo cultural, social y económico, "con el apoyo ampliamente mayoritario y activo del pueblo de Cuba", obviando las decenas de miles de personas que participaron en las manifestaciones antigubernamentales del 11 y 12 de julio de 2021 y los más de mil cubanos que permanecen encarcelados por expresar su descontento con el régimen.
"Cuba como Estado miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos, defiende el diálogo respetuoso y constructivo y la cooperación internacional. Abogamos por el pleno ejercicio y respeto a los principios de universalidad, indivisibilidad, objetividad y no selectividad en el tratamiento del tema. En ese espíritu, presentamos nuestra candidatura para la reelección como miembro del Consejo de Derechos Humanos, en el período 2024-2026, en las elecciones que tendrán lugar en octubre próximo. Agradecemos de antemano la confianza de todos aquellos países que nos han otorgado ya su valioso apoyo. La voz de Cuba continuará alzándose con una visión universal pero desde el Sur, en favor de los intereses legítimos de los países en desarrollo, de los pobres, los preteridos y excluidos, desde el compromiso constructivo, el diálogo responsable y la indeclinable responsabilidad con la realización plena de los derechos humanos para todos", afirmó el canciller cubano.
La Resolución 60 de ingreso al Consejo de Derechos Humanos reafirma el compromiso de reforzar el mecanismo de derechos humanos del organismo internacional a fin de asegurar “el disfrute efectivo por todas las personas” (…) “de todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo”.
“Por ejemplo, cuando los relatores y grupos de trabajo, los llamados procedimientos especiales, piden una visita a Cuba, Cuba, en general, no los recibe. De hecho, Cuba no tiene el estatus de invitación abierta que tienen la inmensa mayoría de los países y además no colabora cuando estos relatores le hacen algún pedido. La respuesta es una respuesta estandarizada: a la víctima de la violación la trata como un ser antisocial y una persona contraria al régimen y por eso la descalifica. Eso no es colaborar con el sistema de protección de derechos humanos de las relatorías”, sentenció el abogado.
De resultar reelecto en las elecciones que tendrán lugar en octubre próximo, el régimen sumaría 18 años como miembro de este organismo, fundado el 15 de marzo de 2006.
“Primero, yo creo que es importante condenar la realidad de que la Asamblea General ha elegido al régimen totalitario de Cuba, más de una vez al Consejo de Derechos Humanos. No es algo que sorprende. Hemos visto en el pasado, miembros como Corea del Norte, Rusia, Venezuela, China comunista, con un historial en violación sistemática de derechos humanos, los peores de la historia de la humanidad y ahí es donde se encuentra Cuba, lamentablemente, con el régimen de los Castros”, indicó John Suárez, director ejecutivo del Centro para una Cuba Libre, asentado en Washington, D.C.
El Centro para una Cuba Libre inició el año pasado una petición para expulsar a Cuba del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas basada en el 8º. punto de la carta fundacional de la institución, que permite destituir a cualquier miembro que viole, sistemáticamente, los derechos humanos.
“Ya tenemos más de 1500 firmas y la petición tiene enlaces que demuestran la razón que el régimen debería ser expulsado del Consejo. Y también queremos recordar que el año pasado Venezuela aplicó para ser miembro del Consejo y fue rechazado en la Asamblea General. Pero eso depende de nosotros”, añadió Suárez.
“Yo creo que los activistas, los defensores de los derechos humanos, la sociedad civil, tenemos que hacer un trabajo de levantar conciencia sobre el papel que el régimen cubano ha tomado para debilitar los derechos humanos, no solo en Cuba, sino en otros países y también a nivel internacional, y el trabajo terrible que han hecho dentro del Consejo de Derechos Humanos para limitar la libertad de expresión”, denunció.
En los 12 años que el Gobierno de Cuba ha sido parte del Consejo la ONU se ha posicionado en más de 70 ocasiones contra la aprobación de resoluciones que defienden los derechos humanos.