Sánchez Cerén asumirá un país polarizado, golpeado por la violencia de las pandillas y una economía en dificultades, que apenas creció un 1,9% en 2013.
El Tribunal Supremo Electoral de El Salvador (TSE) proclamó oficialmente la noche del domingo presidente electo al excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén, tras desestimar un recurso de nulidad de los comicios presentado por la derecha opositora.
"Con base al resultado obtenido declárase electos presidente y vicepresidente de la República al señor Salvador Sánchez Cerén y al señor Óscar Samuel Ortiz Ascencio, respectivamente, para el período" de cinco años que inicia el próximo 1 de junio, anunció en rueda de prensa el presidente del TSE, Eugenio Chicas.
El escrutinio final de los comicios, que concluyó el jueves, otorgó a Sánchez Cerén, del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) 50,11% de los votos y a alcalde capitalino Norman Quijano, de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) 49,89%.
El TSE, según Chicas, "declaró no ha lugar la nulidad de la elección" pedida por Arena y argumentó que hubo irregularidades tras fracasar en su pedido de apertura de las urnas para un conteo "voto por voto" -porque la ley lo prohíbe-.
Quijano también interpuso el viernes un recurso de amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia para que ordene al TSE abrir las urnas de los comicios para realizar el escrutinio manual de los votos.
No obstante, los equipos encargados de coordinar la transición del poder entre el saliente gobierno del presidente Mauricio Funes y del presidente electo se reunirán en la Casa de Gobierno la mañana del lunes.
El equipo de Sánchez Cerén lo integran el presidente del Congreso, Sigfrido Reyes, los excomandantes guerrilleros Manuel Melgar (exministro de justicia); el secretario general del FMLN Medardo González, las diputadas Norma Guevara, Lorena Peña y José Luis Merino.
En el equipo de Funes están, entre otros, los ministros Ricardo Perdomo (Justicia y Seguridad), Carlos Cáceres (Hacienda) y David Munguía (de la Defensa). Sánchez Cerén, de 69 años, será el primer exguerrillero en llegar al poder en este país y el cuarto en América Latina, después del nicaragüense Daniel Ortega, el uruguayo José Mujica y la brasileña Dilma Rousseff.
Tras concluir el escrutinio final, Sánchez Cerén recibió la felicitación de los presidentes de República Dominicana, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Cuba, entre otros. También lo saludaron partidos políticos de varios países y el Foro de Sao Paulo.
El viernes la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su satisfacción por la "transparencia" con que fue realizado el escrutinio final tras las elecciones, mientras que la Unión Europea destacó el desarrollo "eficaz" de la contienda.
Sánchez Cerén asumirá un país polarizado, golpeado por la violencia de las pandillas y una economía en dificultades, que apenas creció un 1,9% en 2013.
En su discurso del sábado, el presidente electo prometió un "gobierno abierto", "honrado" y "terminar con la pobreza", que afecta a un 40% de los 6,2 millones de salvadoreños.
Analistas, como el académico Roberto Cañas, señalan que el futuro mandatario deberá buscar el diálogo con todos los sectores sociales, políticos y económicos, y alianzas en el Congreso de 84 escaños, que se renovará en 2015, para asegurar la gobernabilidad.
"Con base al resultado obtenido declárase electos presidente y vicepresidente de la República al señor Salvador Sánchez Cerén y al señor Óscar Samuel Ortiz Ascencio, respectivamente, para el período" de cinco años que inicia el próximo 1 de junio, anunció en rueda de prensa el presidente del TSE, Eugenio Chicas.
El escrutinio final de los comicios, que concluyó el jueves, otorgó a Sánchez Cerén, del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) 50,11% de los votos y a alcalde capitalino Norman Quijano, de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) 49,89%.
El TSE, según Chicas, "declaró no ha lugar la nulidad de la elección" pedida por Arena y argumentó que hubo irregularidades tras fracasar en su pedido de apertura de las urnas para un conteo "voto por voto" -porque la ley lo prohíbe-.
Quijano también interpuso el viernes un recurso de amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia para que ordene al TSE abrir las urnas de los comicios para realizar el escrutinio manual de los votos.
No obstante, los equipos encargados de coordinar la transición del poder entre el saliente gobierno del presidente Mauricio Funes y del presidente electo se reunirán en la Casa de Gobierno la mañana del lunes.
El equipo de Sánchez Cerén lo integran el presidente del Congreso, Sigfrido Reyes, los excomandantes guerrilleros Manuel Melgar (exministro de justicia); el secretario general del FMLN Medardo González, las diputadas Norma Guevara, Lorena Peña y José Luis Merino.
En el equipo de Funes están, entre otros, los ministros Ricardo Perdomo (Justicia y Seguridad), Carlos Cáceres (Hacienda) y David Munguía (de la Defensa). Sánchez Cerén, de 69 años, será el primer exguerrillero en llegar al poder en este país y el cuarto en América Latina, después del nicaragüense Daniel Ortega, el uruguayo José Mujica y la brasileña Dilma Rousseff.
Tras concluir el escrutinio final, Sánchez Cerén recibió la felicitación de los presidentes de República Dominicana, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Cuba, entre otros. También lo saludaron partidos políticos de varios países y el Foro de Sao Paulo.
El viernes la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su satisfacción por la "transparencia" con que fue realizado el escrutinio final tras las elecciones, mientras que la Unión Europea destacó el desarrollo "eficaz" de la contienda.
Sánchez Cerén asumirá un país polarizado, golpeado por la violencia de las pandillas y una economía en dificultades, que apenas creció un 1,9% en 2013.
En su discurso del sábado, el presidente electo prometió un "gobierno abierto", "honrado" y "terminar con la pobreza", que afecta a un 40% de los 6,2 millones de salvadoreños.
Analistas, como el académico Roberto Cañas, señalan que el futuro mandatario deberá buscar el diálogo con todos los sectores sociales, políticos y económicos, y alianzas en el Congreso de 84 escaños, que se renovará en 2015, para asegurar la gobernabilidad.