Alexis González, dueño de una pequeña cafetería en Camajuaní, Villa Clara, tocó fondo esta semana cuando una inspectora del Gobierno le impuso una multa de 2.500 pesos en Moneda Nacional por varios de los productos que tenía en oferta.
En una acalorada transmisión en vivo en sus redes sociales, Gonzaléz denunció la persecución de los inspectores y las políticas que asfixian a los pequeños negocios en Cuba.
"Todos los días, los inspectores (…), bola de inspectores, y la mayoría son unos corruptos. Hasta cuándo el hostigamiento… Déjenme vivir, déjenme comer, dejen que los cuentapropistas vivan. Los precios están alto porque todo está alto. Si tú, como Estado, no eres capaz de mantener este país, deja que el particular lo haga", cuestionó en el video.
“Desaparézcanme, pero yo soy libre. No quiero más muela, que si la revolución hizo... ¿Qué es lo que está haciendo ahora?, ¿qué es lo que va a hacer? Eso es lo que me interesa a mí", subrayó.
La directa de González se ha viralizado en las redes sociales. Su punto de partida -la multa- lo llevó a hablar durante más de 14 minutos de la situación que se está viviendo en el país.
El cubano tiene 46 años y ha tenido muchos trabajos en su vida. “Me ha tocado guataquear ajo, guataquear arroz… He pasado por mucho, porque mi vida ha sido dura. Desde los 11 años trabajaba con mi papá en el campo, porque nosotros somos una familia humilde”, explicó a Martí Noticias.
Hace un año abrió la cafetería, pero antes intentó emprender otros negocios.
“Una vez me compré un motor para hacer una motoneta. Perdí 30 mil pesos de una mano a otra porque cuando estaba en medio de los trámites paralizaron las conversiones. Cuatro años después lo permitieron de nuevo, pero ya mi dinero estaba perdido.
“Yo he hecho de todo; menos estafar y robarle a la gente, he trabajado en todo lo que he podido para sustentar a mi familia. Vendí flores en el cementerio, vendí anoncillos en la puerta de mi casa…”, detalló.
El cuentapropista tiene dos hijas y un varón que crió desde que tenía seis años. Ahora también está a cargo de dos niñas, sobrinas de su esposa, porque la madre se fue del país cruzando frontera hacia EEUU en medio del éxodo masivo de cubanos que abandonaron la isla en 2022.
Mantener abierta la cafetería le ha dado muchísimo trabajo.
“Ahora, con la crisis del combustible, a veces tengo que ir en bicicleta 10 km para recoger el dulce de maní, o ir al campo caminando para buscar el queso... ¿Cómo es posible que el Estado no tenga recursos para tener en un mercado mayorista, lo que nosotros necesitamos?”, cuestionó.
“Compramos muchos de los productos en las mipymes a precios muy altos, y no puede ser diferente porque ellos tienen que comprar el dólar carísimo y gastar en la importación. Luego, el otro problema es que lo que le compramos a ellos tampoco lo podemos vender”.
Según explica, los dueños de negocios pequeños pueden usar los productos que adquieren en estos lugares para la elaboración de alimentos, pero no para venderlos. “Por ejemplo, yo puedo usar la pasta de tomate para hacer pizza, pero no puedo vender la lata”.
"En este país lo que hay es que vivir loco o borracho; el que esté claro aquí no puede vivir”, dijo Alexis en la directa, donde le pidió a las autoridades que dejaran “el abuso con el pueblo”.
“Contrarrevolucionarios son los que ponen las leyes, no un tipo que pone un cartel. El tipo que pone un cartel no le hace daño a nadie. Los que hacen daño son los que están fuera robando y acabando", agregó.
González es ciudadano español desde 2013 y ha viajado a Estados Unidos más de una decena de veces. Ha estado en Florida, en Pennsylvania, en Nueva Jersey. “Nunca me quedé porque, para mí, la familia es lo más importante. Vi a muchos matrimonios disolverse cuando uno de los dos se iba. Yo quería ver a mi hija crecer”, confesó.
“De yo haber tenido la oportunidad de irme con toda mi familia, ya no estuviera en Cuba, porque este país está invivible”, aseguró.
Esta misma semana, el primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz culpó a los particulares de los altos precios de los productos en el país, al mismo tiempo que reconoció que el Estado no alcanza a “satisfacer la demanda” de alimentos del pueblo.
"En materia de producción de alimentos –aunque hay avances en varios territorios– no se logra satisfacer la demanda del pueblo", afirmó el alto funcionario en una reunión para analizar los resultados alcanzados en 2023.
En el caso de “la producción agrícola, hay un elemento muy importante, que lo hemos ido identificando y analizando en cada territorio: La producción de alimentos agrícolas del país tiene una estructura cuyo 80 % es producido por formas de gestión privadas, no son empresas estatales", reconoció Marrero Cruz.
Pese a ello, el primer ministro considera que el problema de los altos precios lo tienen los cuentapropistas.
"Hay que exigir la ficha de costo y evitar esos precios abusivos. ¿En materia de la agricultura, qué sucede? Primero el productor vende a un precio, y entonces hay una serie de intermediarios que no hacen nada, solo comprar y revender, y al final hay dos grandes afectados, el que produce al sol todos los días, que es quien menos cobra, y el que más paga a los intermediarios, que es el pueblo", comentó.