El gobierno de Estados Unidos manifestó preocupación por la expatriación de dos miembros de la prensa independiente cubana, obligados por la policía política a abandonar la isla.
El periodista Esteban Rodríguez, preso desde el pasado 30 de abril, luego de una manifestación en la calle Obispo, fue trasladado este martes directamente desde el penal Combinado del Este hacia el aeropuerto de La Habana, informó el comunicador en las redes sociales.
Por su lado, el comunicador, Héctor Luis Valdés Cocho, fue también obligado a salir del país. Los dos son reporteros de la agencia noticiosa ADNCuba y viajaron hacia el mismo destino, Nicaragua.
“Este es otro método de acoso a los periodistas, de reprimir a los que difieren pacíficamente, y el desprecio por la Declaración Universal de DDHH. Nunca debieron haber sido reprimidos y no debieron haber sido obligados [a establecerse] fuera de Cuba”, reaccionó en Twitter la Embajada de EEUU en La Habana.
Según pudieron conocer en una escala en Panamá, el gobierno sandinista le prohibió el ingreso al país. De ahí siguieron rumbo a El Salvador, donde después de muchas horas de incertidumbre en el aeropuerto de San Salvador, recibieron protección del gobierno de ese país.
Al momento de redactar esta nota, los dos periodistas permanecían en un lugar seguro costeado por el ejecutivo salvadoreño y por órdenes expresas de la presidencia.
“El director de Migración dijo que tienen instrucciones del presidente (@nayibbukele) para darles el apoyo que requieran para que se tranquilicen, se sientan seguros y luego estudien su caso para su regularización”, dijo Apolonio Tobar, titular de@PDDHElSalvador, reportó en Twitter el periodista Nelson Rauda Zablah, quien también publicó un video con declaraciones de Rodríguez y Valdés Cocho.
Esteban Rodríguez fue parte de #JailedForWhat?, una campana que lanzó la Oficina de Asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado norteamericano en redes sociales entre el 7 y el 24 de septiembre pasados para exigir la liberación de los presos políticos cubanos detenidos en las protestas populares del 11 de julio.
“El 11 de julio miles de cubanos protestaron pacíficamente por los derechos y libertades que todos los seres humanos merecen. En lugar de escuchar la voz del pueblo, el gobierno cubano reaccionó con violencia, cortes de internet y arrestos generalizados. Ocho semanas después, cientos de personas siguen detenidas con pocas esperanzas de un juicio justo”, denunció entonces el Departamento de Estado.
El periodista fue reconocido por Amnistía Internacional como preso de conciencia y en prisión contrajo COVID-19 en dos ocasiones.
En dos oportunidades se declaró sin éxito en huelga de hambre para exigir un juicio justo y su libertad
Ante los temores que genera su activismo y otro posible estallido popular como el ocurrido el del 11 de julio pasado, el régimen aumenta la presión sobre los miembros de la sociedad civil independiente con un plan de terror revolucionario muy bien diseñado: citaciones policiales, amedrentamiento, despidos labores y desmedidas sentencias carcelarias.
Lee también Organizaciones de derechos expresan preocupación por dos periodistas cubanos obligados al exilioAnte esas circunstancias, más de 20 miembros de la sociedad civil independiente cubana se han visto obligados a abandonar el país en los últimos meses. Que se conozca, Esteban Rodríguez es el segundo activista que sale de prisión con medida de libertad por destierro vía expreso.
En septiembre, luego de más de tres meses retenido en la sede de la policía política en La Habana, el artista Hamlet Labastida, fue conducido con extrema custodia desde una casa de protocolo de la Seguridad del Estado al aeropuerto José Martí, donde abordó un vuelo con destino a Polonia, previa parada en la embajada del país europeo. No se le permitió despedirse de familiares o de sus amigos. El régimen llama este proceso «racionalidad política», un acto que carece de sustento legal.
Otro ejemplo de destierro forzoso, entre muchos otros, es El Funky, rapero y cointérprete del tema Patria y Vida, que en noviembre fue escoltado por la Seguridad del Estado hasta la escalerilla del avión que lo llevó a Estados Unidos.