El Servicio de Rentas Internas (IRS) de Estados Unidos publicó el martes una guía sobre una reciente regulación que elimina restricciones relativas a los impuestos sobre ingresos obtenidos por personas naturales o jurídicas estadounidenses en Cuba.
Las restricciones aplicadas anteriormente negaban la posibilidad de reclamar un crédito tributario sobre ingresos obtenidos en el extranjero, en el caso de los impuestos pagados (o acumulados) a Cuba, y descartaban un aplazamiento del pago de las obligaciones en el caso de ingresos obtenidos en la isla a través de una corporación extranjera.
El Código permite en general a los contribuyentes de Estados Unidos reclamar un crédito tributario extranjero por impuestos pagados a cualquier otro país sobre ingresos, beneficios de guerra y ganancias excesivas.
La regla sobre las rentas 2016-08, explicada el martes, elimina las restricciones en el caso cubano al modificar una regulación anterior de 2005, concerniente a varios países sujetos a normas especiales por el Departamento del Tesoro bajo las secciones 901 (j) y 952 (a) (5) del Código Tributario, incluidos Cuba, Irán, Corea del Norte y Siria.
Estas excepciones, recogidas en la sección 901(j)(2)(A) del Código Tributario, comprenden a países que el Gobierno de los Estados Unidos no reconoce, o con los que ha roto relaciones diplomáticas, o sin haberlas roto las ha suspendido, o que el Secretario de Estado mantenga designados como un país extranjero que proporciona apoyo reiterado a actos de terrorismo internacional.
La salida de Cuba habría requerido, por tanto, la certificación del Secretario de Estado. El país caribeño ingresó a la relación el 1 de enero de 1987 y fue retirado el pasado 21 de diciembre de 2015.
Hasta ahora, solo las empresas norteamericanas de telecomunicaciones y un fabricante de tractores de Alabama han sido autorizados por Washington a invertir en Cuba, pero compañías como Airbnb obtienen ganancias en el campo de los hospedajes privados en la isla. Otras, han sido autorizadas a mantener una presencia en ese país y, con la próxima reanudación de los vuelos comerciales regulares, se espera que se regularice el pago de impuestos por las aerolíneas estadounidenses al Gobierno cubano.