El régimen cubano concedió la libertad condicional a la cubanoamericana Alina López Miyares, condenada a 13 años de cárcel por supuesto espionaje y encarcelada en la Isla desde 2017.
"El día 8 de julio le dieron la libertad y bueno se presentó el 14 en el Tribunal Militar ante el juez de ejecución bajo las condiciones de libertad condicional, que tiene que estar localizada, que no puede salir de provincia”, explicó Edilio Hernández Herrera, del grupo jurídico Ayuda Ciudadana, y abogado independiente que ha trabajado en su caso.
En entrevista concedida este viernes a Radio Martí el abogado ofreció detalles de cómo ha sido el proceso para sacar a López Miyares de la cárcel.
“Bueno después de pedir varias peticiones, petición de indulto, ellos no cedían. Entonces, hace unos meses, en el Grupo de Trabajo para la Detención Arbitraria, se presentó una queja sobre la detención arbitraria de la sanción de ella. Entonces le pedimos información al gobierno. Nosotros hicimos un trabajo para refutar lo que decía el gobierno y determinó el Grupo de Trabajo Detención Arbitraria de la ONU, que realmente se violaron muchos procedimientos", explicó el abogado.
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Entre las principales violaciones cometidas en este caso el licenciado mencionó que la detención fue arbitraria, que la instrucción militar no tenía jurisdicción para ese caso, que el debido proceso se violó porque estuvo varios meses detenida sin acceso abobado y que se le negó la visita consular.
"Todo lo que se hace en el proceso militar de instrucción militar, que es mucho más fuerte, no permite la interacción de ambas partes, de la defensa en este caso y por lo tanto, están en desigualdad de condiciones”, agregó Hernández Herrera.
El abogado cree que el otorgamiento de la libertad condicional fue producto de la recomendación del Grupo de Trabajo Detención Arbitraria de la ONU.
Lee también Cuba quiere usar caso de cubanoamericana condenada por espionaje como "arma política" Lee también Condenan por espionaje a ciudadana estadounidense en CubaLópez Miyares, quien emigró a Estados Unidos en la década del 60, fue apresada en enero de 2017 en uno de sus viajes a Cuba.
Fue juzgada el 2 de octubre de ese mismo año, por un supuesto delito de espionaje, bajo sospecha de haber servido de enlace entre su esposo, el ex diplomático y ex agente de Inteligencia cubano, Félix Milanés Fajardo, y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos.
“Ella quiere seguir escribiendo, quiere salir de Cuba", afirmó el jurista, mencionando un procedimiento en el que se solicita al Tribunal Supremo excepcionalmente el permiso para la confección de pasaporte.
"Eso vamos a hacerlo y ella puede viajar", concluyó.