El Departamento de Estado de Estados Unidos volvió a incluir a Cuba en su lista de países del mundo que registran las violaciones más graves de las libertades fundamentales, su informe anual sobre Derechos Humanos en el mundo, enviado este jueves al Congreso.
Cuba registró el año pasado casi 9.000 detenciones "arbitrarias y de corto plazo", la cifra más alta en los últimos cinco años, y persistió en su "intimidación" a la disidencia pacífica y restricción de la libertad de prensa, precisan en el informe.
"Según los informes, el Gobierno cubano usó amenazas, asaltos físicos, intimidación, contramanifestaciones violentas organizadas por el Gobierno contra la disidencia pacífica, acoso y detenciones para restringir los derechos de expresión y asamblea", añade.
Aunque el informe examina todo el año 2014 y el anuncio de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba no se produjo hasta el pasado diciembre, el Departamento de Estado señala algunos pasos que el Gobierno cubano ha dado desde que se produjo el cambio de política bilateral y que podrían suponer avances.
En primer lugar, cita la liberación a comienzos de este año de "53 individuos" que Estados Unidos y "otros en la comunidad internacional consideramos prisioneros políticos", y una señal del Gobierno cubano de que tiene "voluntad de permitir un mayor acceso de la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja".
Además, señala que a finales del año pasado el Gobierno cubano accedió a "considerar un aumento de la inversión en telecomunicaciones en la isla, lo que abre la posibilidad de un mayor acceso a internet en el futuro".
No obstante, a lo largo de 2014, "el Gobierno siguió bloqueando el acceso de sus ciudadanos a información sin censura e independiente, restringiendo de forma grave la disponibilidad de internet, y bloqueando ciertos blogs y páginas web".
"Las autoridades interfirieron con la privacidad, implicándose en una supervisión ubicua de las comunicaciones privadas", señala. "El Gobierno mantuvo un monopolio en los medios de comunicación, circunscribió la libertad académica y mantuvo ciertas restricciones en la capacidad de grupos religiosos de reunirse", añadió.
Los periodistas independientes se enfrentan a la represión constante del Gobierno, sin embargo –destaca el informe– el Gobierno acreditó a una periodista independiente afiliada a la publicación 14yMedio para cubrir el Festival Internacional de Cine de La Habana.
Artistas y académicos enfrentaron acoso y críticas orquestadas por el Gobierno, como es el caso del arresto a la artista Tania Bruguera y a otras 60 personas para impedirle presentar el performance de micrófono abierto en la Plaza de la Revolución.
El informe publicado hoy cita entre los principales abusos a los Derechos Humanos en Cuba la "reducción de la capacidad de los ciudadanos de cambiar el Gobierno", el "uso de asaltos físicos extrajudiciales e intimidación" contra los disidentes, las "duras condiciones en las prisiones" y la "negación de juicios justos".
El reporte cita el caso del arresto del coordinador de Estado de Sats, Antonio Rodiles en diciembre pasado, cuando agentes del estado y grupos afiliados dieron un acto de repudio frente a su casa y luego fue golpeado en la cabeza varias veces durante su arresto. También menciona abusos similares al periodista independiente Roberto de Jesús y a la Dama de Blanco Magaly Norvis, quien perdió su embarazo de ocho meses a causa de una golpiza.
Además, el Ejecutivo de Raúl Castro "se negó a reconocer a grupos de Derechos Humanos independientes" para que operen legalmente en la isla, y persistió en el país caribeño una "impunidad generalizada" para los funcionarios responsables de abusos.
El informe también menciona la negativa del Gobierno de permitir a los trabajadores asociarse independientemente para ejercer sus derechos laborales. El Gobierno puede decidir que un trabajador no tiene las condiciones de trabajar, lo que da como resultado la pérdida del empleo y la negación de oportunidades de trabajo. Personas fueron consideradas "no aptas" a causa de sus creencias políticas, incluyendo sus negativas a afiliarse al sindicato oficial y sus intentos de salida ilegal del país", apunta.
El informe toma en consideración la política manifiesta del Gobierno cubano a favor de la integración racial, pero denuncia que los afrocubanos a menudo son detenidos en las calles para chequeos de identidad y registros. También se han reportado abusos verbales y físicos y discriminación en los centros de trabajo, particularmente en el sector del turismo y el Gobierno.
En la sección dedicada a los centros de detención y prisión, se resalta la falta de agua, ventilación, espacio y luz en las celdas. En 2014 también se reportaron brotes de cólera, dengue y tuberculosis. "A pesar de que el Estado provee la comida básica y alguna atención médica, muchos prisioneros confían en los envíos familiares de comida y otros suministros", señala.
Las denuncias de Estados Unidos sobre la situación de los Derechos Humanos en Cuba se han convertido en el punto más tenso en la negociación para normalizar las relaciones diplomáticas, rotas desde 1961. Se espera que ambos Gobiernos anuncien en las próximas semanas la apertura de embajadas en las respectivas capitales.
"Relacionarnos con Cuba no es lo mismo que respaldarla, eso debería estar claro", dijo hoy a periodistas el secretario de Estado adjunto de Derechos Humanos, Tom Malinowski, y añadió que con la normalización han "eliminado la capacidad de los cubanos de excusarse diciendo que la culpa de sus problemas era de Estados Unidos".